El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

El mundo sombrío (parte 5)

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El mundo sombrío

(parte 5)

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—¡Akane!

Ranma se sentó en la cama y el paño húmedo cayó sobre sus piernas. Estaba empapado en sudor. No reconocía ese lugar, estaba en una habitación de estilo japonés clásico, en un futón sobre el tatami. El sol entraba por la ventana y se dio cuenta que era de mañana. Levantó las mantas y descubrió que tenía puesto el pijama.

Trató de incorporarse, pero no tuvo fuerzas para mover las piernas. Intentó no entrar en pánico y al segundo intento consiguió hacerlo, pero la sensación de la sangre circulando por sus piernas le causó un terrible dolor. Después de un momento comenzó a recobrar la sensibilidad del resto de su cuerpo. Al final pudo levantarse a duras penas, caminó hacia la ventana y casi no le dieron las fuerzas para lograr apoyarse en el borde.

Estaba en un segundo piso, abajo había un bonito jardín cubierto de césped, un estanque y un par de árboles. Parecía encontrarse en una casa grande de estilo tradicional, y notó otro edificio más pequeño dentro del predio, que le pareció un dojo.

—Al fin despiertas, bello durmiente —dijo una voz a su espalda.

Ranma se volteó rápidamente. Quiso ponerse en guardia pero sus piernas cedieron y se afirmó con los brazos para no caerse. Una chica estaba de pie, con los brazos cruzados, apoyada en el marco de la puerta de la habitación. Tenía una melena corta de color castaño y una mirada inquietante. Sonreía arrogante.

—¿Quién eres? ¿Dónde estoy? —preguntó Ranma atropelladamente.

—Mi nombre es Nabiki Tendo, estás en mi casa; y sí, supones bien, estoy emparentada con la chica que perdiste. De hecho, Akane es mi hermana, menor que yo por un año.

—Ah...

El muchacho se quedó a duras penas batallando para mantenerse en pie, aferrándose de la pared y del borde de la ventana, sin saber qué responder. Sí, esa chica llamada Nabiki tenía un gran parecido con Akane, lógicamente eran hermanas. Una segunda mirada lo hizo pensar que era también muy bonita, aunque un poco atemorizante, aunque no tan bonita como Akane.

—Gracias por el cumplido —dijo Nabiki sorprendiéndolo—, aunque pongo en duda lo de ser menos bonita que Akane, seguramente lo piensas porque a ella la conociste primero. Vístete y baja, en la sala te espera tu compañera con el resto de la familia. Tenemos que hablar —agregó con seriedad.