Tatewaki Kuno y el amor II

961 88 5
                                    


Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

.

Fantasy Fiction Estudios presenta

.

El año de la felicidad

.

Tatewaki Kuno y el amor II

.

—No, necesito uno más grande —dijo Kuno de brazos cruzados ante el mostrador—. ¿No comprende acaso que debe ser un anillo de compromiso digno de la futura esposa de Tatewaki Kuno? Ese diamantito no está a la altura.

El dependiente suspiró para sus adentros, pero conservó la sonrisa en el rostro, como siempre que le tocaban clientes molestos. Mientras buscaba otra pieza de joyería que se adecuara a los gustos de aquel caballero pensó en que le faltaban solo dos semanas para salir de vacaciones. Solo dos. Debía aguantar por dos semanas más.

Sacó tres anillos más y los dejó sobre la vitrina. Mientras el cliente se inclinaba a examinarlos en detalle, el dependiente, que se llamaba Takeda, se entretuvo mirando a la gente pasar por la gran tienda departamental. En el mismo piso, frente a ellos pero a varios metros de distancia, había una pareja joven muy particular, el chico, que llevaba la extraña moda de trenzarse el cabello, estaba completamente rojo recibiendo un paquetito envuelto en papel de regalo que le daba una muy bonita chica de cabello corto, también roja como una sandía madura. De seguro era algún chocolate por el día de San Valentín. ¡Oh, el amor! De nuevo el empleado suspiró recordando a su hermosa Keiko, con la que tenía una cita cuando acabara su turno.

El cliente interrumpió sus cálidos pensamientos.

—Llevaré este —dijo Kuno—. Es adecuado para la hermosa mano de finos dedos de mi futura esposa. La piedra brilla como ninguna...

El joven Takeda estaba guardando ya los dos anillos descartados cuando el hombre hizo una exclamación.

—¡Un momento! ¿Serán realmente los rubíes los que vayan más con su estilo? No conozco sus preferencias en este ámbito, qué crueldad de mi parte. ¿Cuál será su piedra favorita? No podría preguntárselo pues este regalo es una sorpresa. Uhmm... Lo pensaré un momento más —dijo haciendo un gesto al empleado para que le mostrara de nuevo los tres anillos.

Takeda volvió a dejarlos sobre el mostrador con un gesto aburrido, que al instante disimuló inclinando el rostro solícito. Miró de reojo el reloj que estaba en la sección de maquillaje, a solo unos pasos de su puesto de joyas y se dio cuenta de que aún le faltaban tres horas para salir.

De nuevo paseó la vista por los compradores que llenaban la tienda un día ajetreado como ese. Su lugar de trabajo no era tan concurrido porque era de joyas exclusivas y caras, y no cualquiera podía ir a comprar allí, lo que le dejaba tiempo libre para recrearse mirando. Esta vez posó los ojos en una encantadora jovencita de cabello castaño y sonrisa luminosa, no era tan bonita como su Keiko pero tenía un aire bondadoso que la hacía parecer un ángel; iba del brazo de un hombre con anteojos que parecía sumamente nervioso cuando le hablaba. ¿Estarían en una primera cita? No le pareció por la familiaridad que usaban al tocarse; luego reparó en el anillo de matrimonio que brillaba en sus dedos, y Takeda se sonrió suponiendo que eran unos recién casados aún acostumbrándose a la vida conyugal.

—¿Esmeralda o topacio? —se debatía el cliente frente a él, una mano en el mentón y los ojos afilados mirando los anillos. Gotas de sudor resbalaban por su rostro—. ¿Oro o plata? ¿O quizá oro blanco?... Kami-sama, dame respuestas, ¿qué fina joya debe adornar la mano de la mujer que esté junto a Tatewaki Kuno? —susurró desesperado.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora