Ángel

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Ángel

(primera parte)

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Basado en un fic/idea original de Noham Theonaus

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El hombre arrojó el bolso por sobre el muro y después lo trepó con dificultad. Apenas cayó sobre el césped al otro lado, se acomodó el pasamontañas que le cubría toda la cabeza dejando agujeros solo para la boca y los ojos. Tomó el bolso que estaba a sus pies y se deslizó sutilmente por entre los arbustos. La casa era amplia pero muy mal protegida, sonrió relamiéndose los labios y sintió que alguien lo tocaba por la espalda. Asustado se giró, levantando la mano empuñada, y se encontró con un segundo hombre, de casaca de cuero oscura y el rostro cubierto al igual que él. Detuvo la mano justo a tiempo. Su compañero alzó ambos brazos asustado.

—¡Eres un maldito imbécil! Pude haberte golpeado, ¿por qué llegas tarde? —susurró tan fuerte que más parecía un grito contenido.

—Tuve problemas.

—¿Problemas?

—Nada, mejor sigamos.

El primero, no muy contento, le pasó el bolso a su recién llegado compañero con tanta fuerza que lo golpeó en el pecho, haciendo sonar las pesadas herramientas que contenía. Gruñendo se acercó a la pared de la casa y buscó en la superficie algún lugar para trepar. Su compañero lo detuvo y le indicó una caseta en el jardín. Una vez en su interior encontraron herramientas y, lo más interesante, una escalera plegable.

—La utilizamos para limpiar las ventanas —dijo el segundo con aires de importancia.

—Qué buen empleado resultaste ser, tan leal como para robar a tus nuevos amos.

—Cállate y ayúdame a subir.

—Llegas atrasado y ahora te crees el jefe.

—Sube tú, entonces y deja de chillar. Pareces mi mujer —replicó el otro secamente.

El primer hombre retrocedió para dejarlo trepar por la escalera. Pasaron varios minutos, entonces comenzó a sentirse intranquilo en el silencio de la noche.

—Oye, ¿estás allí?, ¿estás bien? Oh, demonios, ¿por qué no respondes?... ¡Yamaguchi!

—¡Silencio, idiota! —respondió bruscamente su compañero, mirándolo desde arriba, recostado sobre el borde del balcón—. Te dije que no usaras mi nombre real.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora