Dentro del bungalow número 4, Lucio Vallenilla estaba haciendo sus preparativos finales. El chico había sido una desilusión. Se desmayó. Vallenilla hubiera querido esperar a que Luis recobrase el conocimiento antes de poner los otros clavos, pero se le estaba haciendo tarde. Tomó la lata de nafta y roció el cuerpo del chico, cuidando de no tocar la preciosa carita. Miró el cuerpo debajo del pijama y deseó tener tiempo; pero no, era una locura. Carlota podría llegar en cualquier momento y aun tenía que encargarse del otro niño.
Debía estar listo para salir en cuanto ella llegara. Buscó en su bolsillo, sacó una caja de fósforos y los dejó al lado de la lata de nafta, el martillo y los clavos. La gente simplemente no se daba cuenta de lo importante que era ser exacto.
Lucio Vallenilla miró su reloj otra vez y se preguntó qué habría retenido a Carlota.... Pero mientras, era hora de crucificar al otro precioso niño.
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La venganza viste de mujer
RomanceElis Irazabal, una prometedora joven abogada, de gran belleza está por cumplir su mayor sueño. Ser abogada en el conglomerado mas importante de Caracas, pero una sucia jugarreta del destino truncará esos planes y la hará verse como una paria en su p...