52: Rasgo hereditario

25 3 1
                                    

-¿Cuántas mujeres ha conocido en un bar?

Simón Pestana se puso de pie.

-Esto es irrelevante, Su Señoría. Y me opongo a este tipo de preguntas. La única mujer comprometida en este caso es Daniela Machado. Ya hemos aceptado que el acusado tenía relaciones sexuales con ella. Aparte de eso, su vida privada no tiene ninguna relevancia en este Tribunal.

-Estoy en desacuerdo, Su Señoría. Si el acusado es la clase de hombre que...

-Aceptado. Por favor suspenda esa clase de preguntas señorita Irazabal.

Elis se encogió de hombros.

-Sí, Su Señoría. -Se volvió hacia Abraham Castillo. -Volvamos a la noche en que usted conoció a Daniela Machado en un bar. ¿Qué clase de bar era?

-Yo... yo en realidad no sé. No había estado allí nunca.

-¿Era un bar para solteros?

-No tengo idea.

-Bueno, para su información el PlayGirlsAndBoys era y es un bar para solteros. Tiene fama de ser un lugar de citas donde hombres y mujeres se encuentran para buscar pareja para ir a la cama. ¿No era para eso que usted estaba allí, señor Castillo?

Abraham Castillo empezó otra vez a chuparse el labio.

-Puede... puede ser. No lo recuerdo.

-¿No lo recuerda? -la voz de Elis estaba llena de sarcasmo-. ¿Puede ser que recuerde la fecha de la primera vez que se encontró con Daniela Machado en el bar?

-No. No lo recuerdo. No exactamente.

Elis caminó hasta la mesa de los abogados y empezó a mirar unos papeles. Escribió una nota como si estuviera copiando una fecha y se la alcanzó a Doumasr Constantine. Él la estudió con una expresión de asombro en la cara.

Elis se volvió hacia el banquillo de los testigos.

-Fue el 15 de enero, señor.

Con el rabillo del ojo, Elis vio como Doumasr Constantine abandonaba el recinto.

-Puede ser, supongo. Como ya dije, no lo recuerdo.

Durante los siguientes quince minutos, Elis siguió interrogando a Abraham Castillo. Eran preguntas vagas y amables y Simón Pestana no la
interrumpió, porque sabía que Elis no estaba ganándose al jurado que comenzaba a aburrirse.

Elis seguía hablando, con la mirada esperando que apareciera Doumasr. En la mitad de una pregunta, Elis lo vio entrar apresuradamente con un pequeño paquete.

Elis se volvió hacia el Juez.

-Su Señoría, ¿puedo pedir un receso de quince minutos? El Juez miró el reloj de la pared.

-Ya es casi tiempo para almorzar, este Tribunal se declara en receso hasta la una y media.

A la una y media la Corte estaba de nuevo en sesión. Elis había hecho que Daniela Machado se sentara cerca del sitial de los jurados con la beba en sus faldas.

-Señor Castillo -dijo el Juez-, usted todavía está bajo juramento. No se le volverá a tomar juramento. Siéntese por favor.

Elis observó como Abraham Castillo ocupaba el lugar de los testigos. Se acercó a él y le preguntó.

-¿Señor Castillo, cuántos hijos ilegítimos ha engendrado?

Simón Pestana se puso de pie.

-¡Me opongo! Esto es injurioso, Su Señoría. No voy a permitir esa clase de humillación para mi cliente.

-Concedido -dijo el Juez. Se volvió hacia Jennifer-. Señorita Irazabal, ya le he dicho...

-Lo siento, Su Señoría -dijo Elis contrita.

Miró a Abraham Castillo y vio que se había cumplido lo que esperaba que sucediera. Se estaba chupando el labio con nerviosidad. Elis se volvió
hacia Daniela Machado y su bebita. La nena se estaba chupando el labio.

Despacio, Elis se dirigió hasta donde estaba la nena y se detuvo frente a ella por un largo rato, haciendo que la atención del jurado se centrara en ella.

-Miren a la niña -dijo Elis suavemente.

Todos miraban a la pequeña Mónica con su lengua roja chupándose el labio inferior. Elis se volvió hacia el lugar del acusado.

-Y miren a este hombre.

Doce pares de ojos se volvieron y miraron a Abraham Castillo. Estaba sentado allí, chupándose nerviosamente el labio inferior, y de golpe el parecido fue innegable. Quedó olvidado el hecho de que Daniela Machado hubiera dormido con docenas de hombres. Olvidado el hecho de que Abraham Castillo fuera un pilar de la sociedad.

-Este es un hombre -dijo Elis tristemente- de posición y medios. Un hombre al que todos respetan. Quiero hacerles una sola pregunta: ¿Qué clase de hombre es éste que reniega de su propia hija?

El jurado salió en menos de una hora volviendo con el resultado de su deliberación. Daniela Machado debería recibir quinientos mil dólares en
efectivo y un millón quinientos mil dólares al año para mantenimiento de la criatura..... En total, los dos millones de dólares que Elis había jurado que le costarían al cliente de Simón Pestana. Cuando se supo el veredicto, Simón Pestana se adelantó hasta donde estaba Elis con la cara roja de furia.

-¿Qué es lo que hizo con esa bebé?

-¿Qué es lo que quiere decir?

Simón Pestana vaciló, inseguro.

-Eso que hacía con el labio. Lo que convenció al jurado, la bebé chupándose los labios de esa manera. ¿Me lo puede explicar?

En realidad sí -dijo Elis con altivez-. Puedo explicarlo. A eso se le llama.... Rasgo hereditario. -Y se alejó.

Elis y Doumasr Constantine dejaron el tetero de almíbar de maíz en el camino de vuelta a la oficina.
.
.
.
.
.
Gracias por votar ;)

La venganza viste de mujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora