Una hora después de eso, el chisme se expandía como fuego en pólvora.
A través de Caracas y por todo el país la noticia se había expandido. Se detenía en bares y en lugares de mala muerte. Una palabra prudente aquí y allí estallaba en un ansioso escucha. Salía paulatinamente y se desparramaba por restaurantes baratos y ruidosas discotecas y en los puestos de diarios abiertos toda la noche. Era atrapada por taxistas y camioneros y las chicas que trabajan a medianoche por las calles.
Era como un guijarro arrojado en un lago profundo y oscuro; las aguas que empezaban a agitarse se expandían. Dentro de un par de horas todos sabrían en la calle que Nicolás Castro quería cierta información y que la quería rápido. No eran muchos los que tenían la oportunidad de hacerle un favor a Nicolás Castro.
Para algunos era la oportunidad dorada, porque Castro era un hombre que sabía demostrar su agradecimiento. La palabra era que estaba buscando a un tipo rubio y flaco que parecía Jesús.
La gente empezaba a revisar en sus recuerdos.
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La venganza viste de mujer
RomanceElis Irazabal, una prometedora joven abogada, de gran belleza está por cumplir su mayor sueño. Ser abogada en el conglomerado mas importante de Caracas, pero una sucia jugarreta del destino truncará esos planes y la hará verse como una paria en su p...