Los sonidos apenas venían de los túneles mientras que se podía sentir el frío de los túneles en la piel y la oscuridad era la acompañante de todos mientras que las puertas de la ciudad se veían a lo lejos. Un destello de luz roja se observó a medida que corrían rápidamente y todos estaban llendo lo más rápido que podía a la ves que se escuchaba a los enemigos detrás de ellos atravesando los túneles que eran un laberinto para ellos pero para los Enanos nada más eran pasillos comunes como si estuvieran en su ciudad. Los enemigos de podían escuchar a lo lejos buscándolos en los diversos caminos por los túneles y a medida que ellos corrieron lo más rápido que pudieron a las puestas. Estas se abrieron acompañadas de un grito de el Teniente a cargo de esta.
- ¡Rápido! ¡Rápido! ¡No hay tiempo!
Los gritos de el fueron en incentivo para sus colegas pero a su ves delataron la ubicación de ellos debido a el eco y a lo lejos gracias a las linternas de los túneles de pudieron ver a sus enemigos, cuerpos escamoso que resistían las espadas o cortes, garras tan afiladas que podían atravesar las armaduras de algunos metales como si nada y una sonrisa en todos ellos mientras que avanzaron a través de los túneles directo a las puertas que estaban abiertas.
- ¡Hay están! ¡Maten a todos los Enanos!
Los Quagoas habían atravesado el puesto sur de la ciudad y llegaban a la entrada externa que estaba entre la fortaleza en medio de el abismo y la ciudad capital de el Reino de los Enanos. Se veía a cientos de los malditos lagartos ir detrás de los enanos mientras que estos entraron a las puertas y el teniente grito a sus tropas que sujetaron los agarres de el metal para cerrarlas.
- ¡Tiren! ¡Tiren! ¡Cellen las puertas o moriremos todos!
Sus gritos hicieron eco en la sala llena de Enanos que sujetaron a sus colegas que sujetaron a su ves las puertas y procedieron a cerrarlas antes que un guagoa entrara y antes de que ambas puertas de 20 metros cada una se cerrara, la garra de uno de los quagoas entró entre las dos puertas que se cerraron y debido a sus bordes afilados por los enanos, la garra fue cortada en dos o más bien su brazo desde el hombro fue cortado y la garra calló al suelo interno de la entrada antes de ser pateado por un enano. Todos estaban callados respirando de forma cansada y el teniente dijo escuchando las garras desde fuera de las puertas.
- Bloqueen la entrada con más metal, necesitaremos láminas de Orichalcun y todo el adamantita que podamos encontrar para mantenerlos a raya....
Todos asintieron a la ves que se escuchaban las garras de los maldiros lagartos desde el otro lado, tratando de romper las duras puertas de metal grueso que tenía casi 20 centímetros de grosor acompañada de reforzamiento afilados de metal como Orichalcun para dañar a los enemigos pero tal ves no sirvieron a juzgar por el sonido.
A medida que sonaba la puerta que era golpeada por los Quagoa desde el exterior, los enanos se pusieron a hacer barricadas con barreras de hierro traídas de la ciudad además de grandes cantidades de muebles y muchas cosas pesadas para evitar que el enemigo lograra entrar a el interior de la ciudad. En otra parte de el continente muy lejos de la puerta de metal que era atacada por los quagoas que querían másacrar a los enanos, sus hermanas se alistaron para verla mientras que ella salió de su habitación y las pleyades miraron a su hermana la cual portaba ropas que le fueron dadas por una amiga que las confeccionó para ellas. Tenía dos orejas de gato de el mismo color de su pelo además de una cinta purpura en su cabeza, portaba un vestido de gato ajustado a su cuerpo el cual tenia curvas muy bien definidas a pesar de su aparecía con su traje de batalla y iba acompañada de su bufanda camuflada mientras dijo algo nerviosa y sonrojada.
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Overlord: La Leyenda Del Rey Hechicero Ainz Ooal Gown
Fanfiction(Volumen 1) En esta historia Ainz llega segun la trama principal de la serie original pero con algunos cambios grandes ya que obio que seria imposible escribir de la forma en que lo hiso Maruyama-Sensei y tambien Ainz tras un accidente en la sala de...