Capitulo 114: Aliados De Las Sombras

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En uno de los almacenes de la ciudad de E-Arsenaru o más precisamente en la zona más pobre de la ciudad, la oscuridad y la humedad de la lluvia eran lo único que se podía ver en los alrededores con el agua callendo desde el cielo y chocando contra las piedras de el distrito en ruinas donde habitaban los pobres, todo era paz y tranquilidad hasta que ocurrió. Un grito acompañado de un brillo rojizo vinieron de el almacen con el sonido de las espadas siendo desenvainada.

- ¡Bola de fuego!

Las dos puertas de madera explotaron dejando vía libre por donde salieron una serie de figuras acorazadas que sostenían espadas y escudos, todos retrocedieron antes de que las flechas impactarán contra sus escudos y los gritos vinieran de los dos jefes.

- ¡Maten a esos malditos traidores! ¡1.000 monedas de oro por cabeza!

Grito el jefe de la división de contrabando de los 8 dedos a medida que lagrimas caían de sus ojos recordando lo que le pasaría si no mataba a el otro jefe traidor y ante sus palabras sus mercenarios contratados cargaron contra los otros mercenarios de el jefe de la división de drogas que estaba aterrado de el destino que había tenido y le gritó siendo cubierto por dos tropas pesadas.

- ¡No volveré a la capital! ¡Está es mi única oportunidad de escapar! ¡Prefiero morir que volver!

Sus gritos estaban impregnados de un miedo total a el Rey Hechicero y sus siervos cuando supieran de su plan de huir a la Teocracia y ante el jefe que planeaba huir, el otro grito que sus mercenarios que luchaban.

- ¡Les daré 100.000 monedas de oro por la cabeza de ese bastardo! ¡Capturen lo y si es necesario acaben con el!

Las espadas chocaron de forma casi caótica mientras que las flechas salieron disparadas por los bandidos y arqueros mercenarios de ambos jefes que eran protegidos por sus respectivos contratistas y el caos reino con los dos grupos de enemigos peleando en plena zona de almacenes en ruinas, el que había generado la explosión. Un lanzador mágico de los 8 dedos y un mercenario de la actual líder de el bajo mundo, miró a el jefe de las drogas que huía por un callejón con otros 5 y gritó apuntando su mano.

- ¡No tan rápido! ¡Ácido!

El hechizo de su mano generó un líquido verde que salió disparado en dirección a el jefe traidor que trataba de huir y este mismo uso que uno de sus hombres para cubrirse con el metal de su casco derritiendose sobre su rostro.

- ¡AAAAAAHHH!

El grito de el espadachín caído la atención de toda la ciudad mientras que el callo al suelo muerto con su rostro irreconocible y ante esto el jefe de las drogas gritó a los otros 4 que le miraban de forma fría ya que si hiso eso que uno fe sus mercenarios, nada garantizaba que no haría lo mismo con ellos.

- ¡No importa ese! ¡Les pagaré más! ¡Ayúdenme a escapar y les daré todo lo que tengo!

Ante sus gritos de miedo los 4 asintieron dado que no estaban en posición de cambiar de bando ahora y el lanzador mágico estaba eliminando con hechizos a los demás mercenarios.

- ¡Maten que todos! ¡Que no quede ni uno!

Grito un mercenario de el jefe de contrabando a la ves que el traidor huía y el lanzador mágico que vestia una tunica negra les dijo a ellos que iban a ir por el.

- ¡Vallan a la salida sur! ¡Iré a la norte!

Ante su grito estos asintieron y los dos se separaron con los mercenarios de el jefe de los 8 dedos aun leal a su organización llendo a la puerta sur mientras que el lanzador de la líder, fue a la norte volando por los cielos con la noche siendo iluminada por el almacén que se estaba quemando debido a la explosión de antes y sonaron las campanas de la ciudad alertando a todos los soldados de la misma para la batalla. Unas horas más tarde en la capital de Re-Estize, en una de las residencias de uno de los nobles de mayor poder dentro de él país, una joven ingresó tras ser invitada por el dueño de esta habitación y de la mansión misma que medida que el habló.

Overlord: La Leyenda Del Rey Hechicero Ainz Ooal GownDonde viven las historias. Descúbrelo ahora