El sonido de las bisagras de metal resonó con un fuerte chirrido a medida que el grupo disparó flechas a sus enemigos que estaban cerca.
- ¡Cierren! ¡Rapidooooo!
Los dos ataúdes de hierro que eran esas enormes puertas se cerraron de forma estrepitosa mientras que el enorme grupo de atacantes se estrellaba contra la gruesa entrada de hierro y otros metales de alto grado. Enormes cantidades de Quagoas pasaron a tratar de destrozar la puerta como si fueran animales freneticos a la ves que maldecían a los Enanos.
- ¡Peleen cobardes!
Grito uno tratando de dañar la puerta con sus grueza agarras pero apenas logro dejar marcas en el metal mientras que su amigo comentó.
- Déjalo...esas puertas son muy fuertes para nosotros, los miembros más fuertes de las tribus llegaran pronto...
Muchos trataban de escalar la puerta para dañarla en la parte superior o a los lados mientras que otros estaban tratando de romper los muros para excavar por un lado pero sin lograr nada dado que los muros y el techo de el túnel tenía picas y refuerzos de Orichalcun así como de Mitril que evitaban excavaciones con sus garras.
- ¡Todos dejen eso! ¡El jefe está de el otro lago y nos acaba de informar que nos detengamos! Descansen y recuperen fuerzas...
Dijo Pargus el cual llegó a la cabeza de sus 700 guerreros los cuales se hallaban en las puertas de la ciudad enana, las primeras dos ya no eran de los Enanos y solo quedaba la tercera que sin dudas dentro de poco caería contra los efectivos de elite de los clanes. El clan Purrimidol sin dudas era uno de los más pequeños pero contaba con Quagoas que podían ayudar en este estacionamiento al ser expertos en excavaciones difíciles y rápidos en su tarea. Los Quagoas que estaban en la entrada se detuvieron mientras que el les miró y todos pasaban a estar más calmados, los dos Enanos habían entrado dentro de la ciudad y ahora esparcirian el miedo a los Quagoas entre los suyos. Faltaba poco para lograr el deseo de el Rey de su raza que quería exterminar a esos malditos de estas montañas, el medio de esta paz que sentia en su cuerpo y mente, fue interrumpido.
- Jefe...
Dijo uno de sus 5 siervos más leales y el respondio cansando a la ves que trataba de ser amable.
- ¿Que sucede?
- Acaban de avisarnos que un grupo de exploración desaparacio, también parece que se an visto Enanos en la superficie, aún que eran altos.
- Mmm ya veo....tal ves estén planeando huir por la superficie....
El colocó una de sus garras en su cabeza para rascarse a medida que meditaba esta idea la cual hasta cierto punto era buena, huir por la superficie haría que no les pudieran perseguir debido a que se esparcirian en varias direcciones y que el tomar la capital fuera algo inútil. Era malo si huían ya que seguro el rey se enojaría y planearia darles casa aún que despues de ejecutar a los culpables de este enorme fracaso. Con el miedo a ser asesinado por su señor, Pargus meditó que hacer pero sin dudas no podía elegir y equivocarse en este asunto.
- Manden a 5 grupos de 10 a patrullar los alrededores de la fortaleza enana en la superficie y si tratan de hacer algo deben ganar tiempo y mandar un mensajero.
El Quagoa gris asintío y se retiró mientras que el miro las dos enormes puertas para meditar si había elegido bien, dependiendo de el desarrollo de las próximas horas. El destino de tanto el como sus subordinados y los demás lideres de la vanguardia estaría sellado para siempre y si los Lord Dragones se enteraban de esto era difícil saber que elegirían. Tal ves no les importaría pero también podía que vieran el fracaso de sus siervos como el de ellos y los castigará.
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Overlord: La Leyenda Del Rey Hechicero Ainz Ooal Gown
Fanfiction(Volumen 1) En esta historia Ainz llega segun la trama principal de la serie original pero con algunos cambios grandes ya que obio que seria imposible escribir de la forma en que lo hiso Maruyama-Sensei y tambien Ainz tras un accidente en la sala de...