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Capítulo 2

Regreso a clases

Karla

Lo único que no me gusta de mi cabello es que se abren las puntas muy seguido, me encanta el color castaño que en la luz del sol se ve un poco rubio y algunas veces pareciera ponerse algo rojizo, depende de la cantidad de luz y el ángulo desde donde lo mires.

Creo que amo como soy pero claro que odio ciertas cosas de mi cuerpo, pero nunca he sido de odiarme tanto, tengo inseguridades como la mayoría de las personas pero hasta cierto punto, ya que soy consciente de todos somos diferentes.

Mis inseguridades aparte de las puntas de mi cabello, mi frente, mi cuerpo porque soy de complexión delgada y hoy en día todo mundo se fija en tu físico, si eres voluptuosa o con cuerpo escultural tienes el respeto de todos automáticamente, si no es así, las burlas y críticas son seguras.

Infinidad de personas, para empezar mi familia, se ha burlado y me han discriminado por mi cuerpo: "que me hace falta comer más" "parezco enferma" "estoy plana" "debería de engordar"...

Como si fuera tan fácil, como si las críticas no te hicieran odiarte a tal punto de sentirte nada al lado de los demás.

Tomo mis cosas y bajo a la cocina, me bebo el yogurt; desde que recuerdo antes de ir a la escuela consumo algo, mi madre nos ha acostumbrado, de pequeña comía algo, por eso siempre voy a la escuela con energías full, eso creo que ayuda a que esté un poco más despierta y concentrada ya que hay muchos compañeros que van casi durmiendose.

Termino de beber y me lavo los dientes, de regreso a la sala me encuentro a mi padre, que va a lavarse los dientes; antes solía lavarme los dientes solo antes de ir a la escuela, sí, lo sé, esa no era buena salud dental, pero soy algo perezosa y poco a poco he cambiado eso.

Mi padre me indica que ya nos vamos y nos subimos al auto, un Sentra blanco, me gusta, es muy elegante y de echo lujoso, es el más nuevo que tenemos.

Al llegar a la prepa, mi padre me deja y se va al trabajo; entro y veo al chico que se baja de la motocicleta, el chico del que me enamoré cuando empezaba a crecer, desde entonces me ha gustado, no a tal punto de que esté obsesionada, pero sí tengo temporadas en que no dejo de pensar en él; es guapo, un poco más alto que yo, moreno, no es demasiado atractivo como me gustan, pero bien dicen que el físico no lo es todo.

Cuando intercambiamos miradas siento amor, siento como si los dos estuvieramos conectados, siento química, solo hemos cruzado palabras cuando él va al negocio familiar y lo atiendo, y eso ya ni sucede porque manda a sus hermanos menores, antes solía ir él y cada fin de semana lo esperaba ansiosa y nerviosa a que llegara.

Se me acelera el corazón un poco y algo me dice que mis mejillas estan rojas, él siempre ha tenido ese efecto en mí y creo que por ello se dió cuenta de que había algo, de que me llamaba la atención y que sentía algo por él.

Camino con la espalda recta y hombros un poco hacia atrás tratando de disimular lo nerviosa que estoy y me dirijo al salón de clases. Cuando entro al salón, caras conocidas y desconocidas me miran pero se me pasa el nerviosismo.

Se pasan las clases rápido, y a la hora del receso me junto con las chicas que me juntaba en el primer año de prepa, vamos a comprar nuestros alimentos y lo miro de nuevo, él es algo tímido tambien, pero me gusta que trata al igual que yo demostrar que es seguro, yo fracaso a veces. Él solo hace una mirada y me intimida demasiado.

Pero creo que al paso que vamos nunca sucederá nada y nunca seremos siquiera amigos, solo nos hablamos con la mirada, el contacto visual que tenemos cada que nos cruzamos es increíble... mágico, como si detuviera el tiempo y solo suspirara, solo lo mirara.

Nuestro Mix De Amor +18 (Comienzos)💋✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora