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Capítulo 100

Amor desde la vista

Johan

-¡¡¡Iiiii!!!

-¡¡¡Ajales!!!

-¡¡¡Ese Zed!!!

Le echamos carrilla entre todos y lo sueltan, lo agarraron a besos y ya no lo soltaron; Lara lo abraza y este se queda como en el limbo.

-Todo un galanazo como su hermano ¿verdad hermanito? -llega James de egocéntrico como siempre-¿Sí te dejaron que tuvieras novia?, porque si no, te ponen una putiza que no se te olvida...

-Ay a tí no te la pusieron -le contesta su hermano y reímos-Te hizo falta...

-Si no me la dieron fué porque tengo a la mujer indicada ¡y! Querían que tuviera novia, a mí se me hace que mamá se va a poner celosa -le dice y le volvemos a echar carrilla a mi amigo-¡Ya pues ya!, si no te dejan, que te valga verga, a mí me valía que me dijeran mamada y media, tú tranquilo.

Mis sobrinos llegan y me dan un leve toquesito en las rodillas, me agacho y Eros rie.

-¿Tío jugamos? -pregunta Irus y asiento-¡¡La traes!! ¡¡¡Corre hermanito!!!.

Salen corriendo y me hago el que no los alcanzo, me escondo detrás de el sofá donde está la familia Driv Lewis y Eros corre a un lado, lo asusto y le toco la manita.

-¡La traes! ¡¡A que no alcanzas a tío Johan!! -corro y él me persigue, me escondo y espero a que los niños se junten-¡¡Buu!!.

-¡¡Aaa!! -gritan asustados los tres niños y río, Stella se asusta demasiado y me avienta su refresco.

-¡Hija!... de la mandarina... -suelto encabronado y me levanto, esa niña está descontrolada, cuando no hace desmadre anda gritando-¡¡Ya no juego!! ¡¡Para que se les quite!! ¡Y por culpa de Stella!.

Me manchó toda la puta playera, me la saco y se la aviento a Stefan, me siento a un lado de mi hermano y Stella se pone enfrente de mí, me dan ganas de agarrarla y darle las pinches nalgadas que le hacen falta para que entienda.

-¡Me lavas la playera que me manchó tu hija! -le digo al padre de la niña y me arremeda, es bien pinche grosera-Mas les vale ponerle un estate quieto, porque si no, ¡me la chingo yo! ¡Cuando no anda gritando anda arrancandole las hojas a las plantas, embarrando danonino en los sillones, manchandome la puta playera, de atravesada por donde quiera!... ¡hombre!, ¡ya ni estos hacen eso en su propia casa!

-Uh, ya nos corren -dice Stefan y tuerzo los ojos, no lo estoy corriendo, le estoy diciendo que hay reglas-No, pues vamos a hacer las maletas...

-¡¡Johan!! -me habla fuerte ella y la miro, como si a nadie le hartaran las acciones de la niña-¡No! ¡Esperen!, ¡no quiso decir eso!, más bien que... hay reglas, vamos a poner reglas porque mis hijos no hacen desastre como el que hace Stella y...

-Ah pues así ya cambian las cosas -dice el pendejo de Stefan, estoy apunto de agarrarlo y hacerlo entender al estupido-¡Stellita! ¡No hagas desmadre!.

La niña sonríe, ay sí, con eso va a entender la cabrona; me levanto y agarro la escoba que veo.

-¡¡Aver!! ¡¡En esta casa hay reglas!! ¡Al que no le parezca puede largarse! -digo ya harto y Anna alza los pulgares, ella ni vive aquí-No quiero ser grosero pero... ¡esa niña es un remolino!, ¡o la aplacan o la aplaco! ¡No va a entender ya con que le digas que se detenga! ¡Porque no le van a la mano! ¡¡No le tienen reglas!!.

-¡¿Entonces como se educa a una mocosa?! -pregunta el estupido burlandose-¡¿Como?! ¡¡Pon el ejemplo!!.

-¡¡Regla número uno!! ¡¡No tirar nada en el suelo ni en ningún lugar!! ¡¡¡Si tiras algo lo recoges!!! -digo y tuercen los ojos-¡¡Dos!! ¡¡La basura en su lugar!! ¡¡Porque no crean que no me doy cuenta cuando la niña va a echarme a la mochila la basura de los pinches danoninos!!.

Nuestro Mix De Amor +18 (Comienzos)💋✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora