Mi Boda (1/3)

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Sky:

—Mildred, no le des más dulces por el amor del cielo — dije quitándole a Brisa el  dulce que estaba por llevarse a la boca —Su vestido se arruinaría si lo mancha —

—¡Mamá es mala le quito su dulce a Brisa! — grito Meson muy molesto.

—Meson ve con tu padre — dije pues no quería regañarlo y él salió muy molesto.

—Mamá,¿puedo tener un caramelo? — dijo Brisa pero yo me negué.

—Ya comiste 3, son suficientes por ahora, habrá más duarante la fiesta — le explique con más paciencia sabiendo que ella no haría un berrinche.

—Luca aún no contesta el teléfono — dijo Mildred preocupada.

—Tranquila niña que ese muchacho estará aquí a tiempo — le dijo mi suegra.

—Mi suegra tiene razón Mildred, sabes que Luca llegará — dije recordando que yo le había pedido que trajera las cajas que había guardado en su casa.

—Señorita porfavor deje de moverse, no puedo maquillarla si sigue levantándose o girando — dijo la estilista.

—Si, lo siento — me disculpe en seguida.

—Mami se verá hermosa en su vestido — dijo Brisa —¿Yo también me veo bonita abuela? —

—Claro que si cariño, eres la niña más hermosa — le dijo mientras besaba sus mejillas.

—¡Estoy aquí! — entro Luca de golpe —¡Y tengo las cajas! —

—Creí que no llegarías — Mildred golpeó su frente y el solo sonreía nervioso.

—Tuve algo muy importante que hacer antes de venir —

—¿Y qué es eso tan importante? — comenzó a regañarlo.

—No puedes regañarme delante de la novia, arruinaras su humor— dijo y lo mire mal pero eso no impidió que el se riera de mi.

—Esta lista señorita, puede ponerse el vestido — dijo la chica que se había encargado de mi maquillaje y peiando —Puedo empezar con usted señora—

—Claro — dijo mi suegra tomando mi lugar.

—Luca, dame las cajas porfavor — dije y él asintió.

Al tenerlas las abrí y en ellas vi las joyas que había mandado a hacer años atrás del zafiro que me había regalado Meson, se suponía que se las regalaría a mis hijos en su primer cumpleaños pero tras lo sucedido no se las había dado pero hoy, hoy sería el día en que se las daría, Kale y yo habíamos decidido que era la edad correcta para hablarles sobre por qué tenías dos papás y que significaban estos regalos para ellos.

—Siguen siendo tan hermosos como el día en que los mande a hacer — dije y Mildred que estaba a mi lado asintió.

—¿Qué es eso querida? —preguntó mi suegra desde su asiento.

—Son obsequios para Brisa y Meson — dije mostrandole las cajas.

—Regalos muy apropiados para mis nietos y hacen juego con los regalos que compramos mi esposo y yo— dijo y asentí con una sonrisa.

—¿Puedo verlo mami? Quiero ver mi regalo — dijo Brisa pero cerré las cajas.

—Aún no cariño — le sonreí.

—Dejame ayudarte con el vestido — dijo Mildred.

Este era un vestido muy distinto al que había usado en mi primer boda, aquel era sencillo no había ningún esmero en su preparación y este estaba hecho a detalle me había tomado tiempo elegirlo y vi a Mildred arreglarlo día tras días, al verme una vez más con él recordé aquel día en que me case y sentí un dolor punzante en el pecho.

Su peor errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora