Nie Huaisang (segunda parte).

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Lingjiao se tocó la muñeca que Jiang Cheng había sostenido, tratando de disipar el dolor causado por lo fuerte de su agarre. No quería exagerar, pero creía incluso ser capaz de notar la marca de cada uno de sus cinco dedos sobre su pobre y castigada piel. ¿Por qué Jiang Cheng tenía siempre que actuar tan brusco? ¿No conocía acaso algo llamado tacto ? ¡Siempre era lo mismo con él! ¡Qué fastidio!

Pero si tanto le molestaba, ¿¿por qué su corazón estaba latiendo tan rápido??

Se llevó ambas manos hacia su rostro y palmeó con delicadeza sus mejillas, llamándose a la calma. Lo más probable era que aquel estado de agitación se debiera a la adrenalina que sintió cuando, una vez más, estuvo al borde de la muerte. Esa era la única razón plausible, ¿cierto? Maldita sea, Mo Dao Zu Shi, ¿podías dejar de ser tan riesgoso por al menos cinco minutos?

Como sea, Lingjiao se tomó un largo minuto para ahuyentar sus tumultuosos pensamientos. Inmediatamente después, continuó corriendo hasta llegar a la habitación de Nie Huaisang tal y como hubo planeado hacer antes de huir del temible —no pudo evitar sonreír al aplicarle el adjetivo "temible" a su nombre, como si aquella palabra representara alguna clase de doble sentido en su cabeza— Jiang Cheng. Tenía demasiadas cosas para contarle y también para preguntarle, como si había recuperado el manuscrito sagrado que les fue confiscado, o si tenía idea de qué clase de artimaña podría estar planeando aplicarle Jiang Cheng al día siguiente cuando se encontraran frente a la armería. Por el amor a los cielos, ¿qué más podría ocurrir?

Cuando Huaisang se apareció ante ella, el muchacho sostenía una inmensa jarra de licor entre sus brazos. Y cuando decía que era inmensa, es porque de verdad su tamaño era lisa y llanamente impensado, ridículo. ¿Cuánto vino cabía allí dentro? ¿Diez litros? ¿Algo así podía ser vendido tan fácilmente? ¿Y comprado con aún mayor facilidad? ¿No estaba él también castigado por la humillación del fanfic wangxian?

Huaisang la estaba mirando de arriba abajo, con aquella chispa sugestiva en las pupilas, con esa sonrisa pícara que le indicaba, sin necesidad de articular palabra alguna, qué era lo que estaba planeando. ¡Este joven sí que no aprendía! ¿Cuántas veces por semana planeaba embriagarse? Bueno, aunque si era honesta, no era como si le molestara en lo absoluto; al contrario, ya estaba fantaseando con lo bien que la pasarían tan pronto comenzaran a tomar.

Y tal y como lo supuso, tan solo una hora después, Lingjiao se encontró a sí misma sentada en el suelo del elegante cuarto de Nie Huaisang, con Wei Ying a su lado garabateando una extraña figura en un pedazo de papel. Acababa de dibujar un gran miembro viril, y junto a él, uno significativamente más chico. Wei Wuxian, decía a un costado del grande; Nie Huaisang , al lado del pequeño. Interesante elección artística la suya.

—Bah, ¿esa es toda la habilidad que tiene Wei Wuxian? ¡Creí que habrías mejorado desde la última vez que dibujamos juntos en Gusu!—Huaisang bebió un largo trago de licor antes de tomar la obra maestra de Wei Wuxian entre sus manos y contemplarla con desagrado. Qué ofensa más grande, su miembro era muchísimo más grande que eso—. Necesitas más alcohol, a ver si nos regalas una verdadera obra maestra.

Mientras los otros dos discutían, otro pincel cargado de tinta bailaba entre los dedos de una sumamente concentrada Lingjiao, la cual se debatía qué debía dibujar. Si se sentía lo suficientemente envalentonada, podría tal vez redoblar la apuesta de Wei Ying, o también dejar su imaginación fluir y retratar a... ¡Eso es! ¡Lo tenía!

—Ming-xiong lleva al menos media hora dibujando, ¿qué clase de monstruosidad estás haciendo?—comentó Wei Ying, intentando espiar por sobre el hombro de su amiga. ¡Atrás, Wei Wuxian! ¡Tus ojos todavía no estaban listos para semejante obra de arte!

Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora