Enredos amorosos, de esos que todos quieren leer.

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Wei Wuxian caminó por el bosque, valiéndose nada más de sus agudos sentidos y las difusas sombras que la luz generaba a través de la cinta sobre sus ojos. Con chenqing como única compañía, escaló por las ramas de un árbol solitario y esperó tranquilo que el paso del tiempo cumpliera su cometido. La música emitida por la flauta penetró por el bosque incluso por sobre el constante murmullo de cientos de cultivadores a sus alrededores. Esparcida por el viento cual fragancia, la melodía se encargaría de cada una de las presas a lo largo y ancho de la montaña. ¡Ya quería ver la cara de Jiang Cheng cuando Yunmeng Jiang se adueñarse tan fácilmente de la victoria! ¿Y de la mano de quién? ¡Del increíble Wei Wuxian, por supuesto! Su carencia de núcleo era irrelevante, su incapacidad para empuñar a suibian, intrascendente. Ninguno de esos idiotas ególatras que se jactaban de su cultivación podrían superar lo que él en dos meses a la deriva había alcanzado. Él era mejor que el resto, de todas formas.

¡Y cómo le había cerrado el hocico a Jin Zixuan esa mañana durante la demostración de arquería! Su vida era perfecta, ¿cierto? Para nada se sentía mal por todo lo que había vivido, ¿o no? ¡Bajo ningún concepto estaba deprimido! Claro que no, por supuesto que no. Wei Ying estaba viviendo lo mejor de su vida .

Mientras descansaba, un pensamiento furtivo se gestó dentro de su mente y desplazó por completo su para nada obstinado monólogo: Mi primer beso deberá ser rudo, con el hombre acorralándome contra alguna clase de pared e impidiéndome el movimiento. Tengo la fantasía de que ocurra mientras mis ojos se hallan tapados..., había mencionado Wang Lingjiao la tarde anterior. Qué curioso que veinticuatro horas después él se encontrara con los ojos vendados, indefenso, en medio de la absoluta nada, con la espalda apoyada detrás de un robusto tronco seco. ¿Podría ser que Lingjiao sabía algo? No sería la primera vez que sus misteriosas premoniciones se cumplían al pie de la letra, tal y como aquella vez dentro de la cueva en Qishan. ¿Qué era lo que le había dicho después? ¿Que no deseaba dar detalles por si... traspasaba su suerte? ¿Qué clase de macabra jugarreta era esa? ¿Qué era exactamente lo que escondía esa mujer? Demasiadas coincidencias, demasiados aciertos. Si algo ocurría esa tarde, entonces no tendría más remedio que encararla para...

Alguien se estaba acercando. Por entre la maleza, una figura se irguió y caminó en dirección a Wei Ying, quien para este momento ya se encontraba alerta.

Wei Ying entonces maquinó dos opciones: por un lado, podría arrancarse el vendaje del rostro y confrontar a quien quiera que estuviese caminando hacia él. Si se trataba de Lingjiao o alguna persona que ella conociese —aunque siendo honestos, ¿Lingjiao siquiera hablaba con alguien que no fueran él o sus hermanos?—, entonces podría detener ese tan extraño acto antes de ocurrir. Pero, por otro lado, ¿dónde estaba la emoción detrás de arruinar el juego? ¿Dónde quedaba la adrenalina que la incertidumbre le inyectaba? Wang Lingjiao no era el tipo de persona que se expresara a través de indirectas, por lo que eran nulas las probabilidades de que ella misma fuera la autora del vaticinado beso. Así que, descartándola a ella como probable autora, ¿por qué no animarse a descubrir qué era lo que el destino realmente le había preparado? ¡Ven a él, misteriosa doncella (o misterioso caballero)! ¡Adjudícale un significado a las extrañas palabras de su amiga Lingjiao!

—¿A quién tenemos aquí? ¿Qué vienes a buscar?—comentó Wei Ying, con una amplia sonrisa dibujada en su cara. Para ese momento, quienquiera que estuviese caminando hacia él ya había alcanzado la rama del árbol donde descansaba y se encontraba parado frente a él, inmóvil. Por supuesto que no desprendía ninguna clase de intención de matar, así que nada hizo para detenerlo—. Si se debe a la cacería, te recomiendo que te alejes de mí.

Silencio.

—¿...O acaso te ha enviado un tal Ming Jia? Puedes regresar y decirle que su broma no ha surtido efecto, pues revelar sus planes antes de cometerlos no es para nada un buen movim-

Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora