Hora de otro reencuentro.

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Capítulo 111.

Tal y como Jiang Cheng planeó, Lingjiao tuvo que abandonar la Torre de Carpa veinticuatro horas después que Jin Ling. La mínima sugerencia clamando que tal vez su tía lo acompañaría durante su próxima cacería había sido suficiente para que Jin Ling riñera, y ante la disputa Lingjiao decidió simplemente ceder. No era culpa de Jin Ling de todas formas, su carácter siempre se destacó por lo impulsivo y desafiante, por lo que no sorprendía que se enojara al interpretar que, en palabras propias, "su jiujiu desconfiaba tanto de él que incluso enviaba a su tía a vigilarlo". ¡Qué escándalo! Su tía, esa misma que detestaba las cacerías nocturnas, esa que aún flaqueaba a la hora de utilizar una espada e incluso temía volar en ellas. Esa tía lo vigilaría. ¿Para qué? ¿Para estorbarlo? ¿Para servirle de paloma mensajera a su jiujiu? No, gracias, él podía solo. De no ser por ellos, aquella tarde podría haber desarmado por su propia cuenta a la deidad come almas, ¿cierto? Pero una vez más, nadie parecía confiar en sus habilidades.

Por supuesto que este no era en realidad el caso. Claro, Lingjiao sí estaba preocupada por la integridad física del niño, pero no porque lo creyera poco hábil para desenvolverse como el cultivador joven que era, sino por todo lo relacionado con ese estúpido Sistema. Si Huaisang tenía que encargarse de dejar pistas que llevaran a Jin Ling hasta el corazón de la montaña Baifeng, entonces al menos ella se encargaría de vigilar que nada ocurriera por fuera del guión. ¿No fue suficiente con tener que cambiar la ubicación geográfica del primer encuentro? Eso ya le quitaba a Lingjiao la ventaja de acordarse el desarrollo de ciertas escenas, pues claramente esta vez se desenvolverían unas cien por ciento nuevas. Se suponía que Jin Ling tendría que llegar vivo al templo Guanyin, sí, ¿pero quién le garantizaba ahora que lo hiciese con los cuatro miembros aún pegados al cuerpo? O peor, como cadáver feroz. La autora original del libro había expresado descartar esa idea, por lo que nadie podía afirmar que el Sistema no se tomaría a pecho esa añeja nota de autor.

Pero en fin, el camino finalmente se dio por iniciado tan pronto como Corazoncito indicó para ella qué sendero debía seguir y, luego de rechazada la oferta de Jiang Cheng para llevarse consigo al perro, Lingjiao emprendió su camino.

Dios, qué tensa se sintió su despedida con Wanyin. Él sin duda seguía desconfiando muy a pesar de intentar expresar lo contrario, y esa sensación a Lingjiao le caía como una patada. Una vez más estaba siendo contemplativa con él, una vez más estaba intentando comprender sus tiempos y tolerar sus condiciones, ¿para qué? Para que Jiang Cheng retrocediera en su desarrollo y volviera nuevamente a recayera en su falta de confianza propia, arrastrándola a ella de paso. Pobre hombre, en serio. ¿No había visto ella misma en primera persona los estragos que la campaña para derribar al sol y hechos posteriores generaron en él? Por supuesto que se trataba de un tema delicado, eso no estaba para nada en duda. Pero Jiang Wanyin siempre se iba a los extremos, fallando miserablemente a la hora de balancear sus propias emociones.

Aún así Lingjiao lo dejaría seguir respirando hasta que su paciencia se colmara y decidiera enfrentarlo, deseando a su vez nunca llegar a ese punto. ¿Quizá Jiang Cheng debía volverse a cruzar con Wei Ying para comprender la magnitud del conflicto? En ese caso no faltaría mucho para reencontrarse, y allí Lingjiao podría por fin vislumbrar qué decisión tomarían los dos al respecto. Ella también deseaba hablar con Wei Ying en persona y quitarse hasta el ápice más rebelde de duda, incluso si el mismísimo Sistema ya había confirmado el inicio de la trama.

Lingjiao siguió los pasos de su sobrino por lo largo y ancho del bosque, hasta que por fin la energía de resentimiento comenzó a condensarse en el aire y la mujer perdió el rastro del niño. ¿Cómo debería continuar ahora? No podía ir a buscarlo por su cuenta, pues ello implicaría meter su nariz en un asunto que no le incumbía realmente y que, por ende, podría llegar a enfadar al Sistema.

Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora