Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.

EXTRA 3: Los dos orgullos de Yunmeng (segunda parte).

La llegada de este innecesario nuevo conflicto terminó en lo que podría llegar a llamarse una mesa redonda de sugerencias. Lingjiao tenía ahora que hallar la manera de introducir su solución sin sonar como una maldita desquiciada, mucho más teniendo en cuenta que ni Jiang Cheng ni Wei Wuxian conocían lo muy lejos que ella y Nie Huaisang habían llegado con tal de salvaguardar la trama.

Una cosa era confesar que sabía el futuro —o el pasado, a estas alturas— y que había intentado mejorar sus vidas, pero otra muy distinta era narrar con lujo de detalle todos esos planes tan moralmente cuestionables que se vio obligada a llevar a cabo en el trayecto. Claro, Wei Wuxian no vivía con ella y por ende no tenía oportunidades reales de cuestionar su existencia, pero Jiang Cheng, a quien veía a diario, nunca se había detenido a pedir segundas explicaciones. ¿Se debería esto a que no quería saber de su pasado? ¿Tendría él miedo de conocer algo que arruinara de una forma u otra el cariño que le tenía? ¿O solamente desearía rendirle honor a su premisa de "empezar de nuevo" e ignorar todo lo que no le sentara favorable?

Para su desgracia, el deber la llamaba una vez más y, por mucho que le conflictuara ser sincera, lo cierto era que no le quedaba otra opción. No importaba cuánto miedo tuviera de lastimar a Jiang Cheng, en ese momento Wei Wuxian y su supervivencia eran mucho más importantes. Además, por algo habían optado por decirle a ella, ¿no? De todas las personas, a ella. ¿Debía suponer entonces que Wei Wuxian y Jiang Cheng habían estado hablando de su secreto?

—Quizá haya una solución rápida.—Lingjiao se hallaba en el centro de la habitación, siendo rodeada en todos sentidos por Jiang Cheng, Wei Wuxian, Lan Wangji y Nie Huaisang. El único cuyos ojos reflejaban un poco de certeza eran los de Huaisang, quien por supuesto ya tenía claro adónde su amiga estaba intentando llevarlos—. O quizá no tan rápida, pero sí certera. Esto es... mi plan inicial para recuperar a Wei Wuxian, uno que no he podido llevar a cabo porque Mo Xuanyu sacrificó su alma.

Las pupilas de Lingjiao buscaron el suelo, apenada. Todavía tenía miedo de oír la primera repercusión ante lo que acababa de sugerir.

—¿A qué te refieres con plan?—indagó Wuxian llevándose una mano al mentón—. ¿Tú sabías que Mo Xuanyu deseaba sacrificarse en pos de despertar mi alma?

—Sí, e intenté detenerlo. Nunca quise que más vidas se perdieran, por eso a-Sang y yo buscamos otras alternativas. Sabíamos que si no actuábamos en paralelo, entonces no podríamos tener nada preparado para cuando el momento llegara y tuviéramos que traerte de vuelta—continuó. Nadie interrumpió su silencio hasta que fue ella misma quien halló la valentía para seguir adelante—. Pero, como siempre, las cosas no resultaron tan fáciles. Supongo que en ese sentido nunca fui muy buena para jugar con el destino.

Lingjiao nunca dejaría de lamentarse no haber podido salvar a Mo Xuanyu tal y como no pudo salvar a Jin Zixuan ni a Qin Su. Por lo general intentaba no pensar en ello pues ya estaba demasiado inmersa en su nueva vida como para dejarse deprimir por demonios del pasado, pero a veces resultaba imposible no traer la decepción a colación. Después de todo, esa gente había muerto porque ella no fue lo suficientemente inteligente o lo suficientemente atenta para resguardarlos.

—¿Alternativas?—Jiang Cheng alzó la voz por primera vez, cruzándose de brazos mientras esbozaba su pregunta.

—...Un cuerpo sustituto creado de forma exclusiva con energía espiritual, moldeado a imagen y semejanza del Wei Wuxian que perdimos aquella noche en los Tumultos Funerarios.

Silencio. Sin duda lo que acababa de decir sonaba, como mínimo, inverosímil.

—Hemos tenido que nutrirlo durante años para considerarlo viable, por mucho tiempo fue solo a-Sang quien se encargó de resguardarlo. Pero si todo sale bien, entonces creería que no perdemos nada por intentar usarlo. Eso sí...