Especial espectacular por los 100 capítulos de esta historia tan rara. [+18]

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Capítulo 108.5

Hola, soy un disclaimer. Tal y como advertí en notas previas, este capítulo no tiene trama y es un rejunte de fluff y nsfw. Si no lo quieren leer, la próxima actualización la hago el viernes/sábado de esta semana. A aquellos que sí se queden a leer, espero que les guste.

Dos años previo al regreso de Wei Wuxian, Lingjiao ya disfrutaba de una vida bastante tranquila en el Embarcadero de Loto. No tenía de otra, pues mientras el Sistema no la molestara lo único que quedaba para ella era continuar en paz su nueva rutina. Con respecto a ello, podría decirse que sus compañeros de trabajo e incluso los pobladores de las regiones más cercanas ya conocían quién era y a qué se dedicaba, y la respetaban por ello muy a pesar de los conflictos que todavía la envolvían.

Uno de esos conflictos era, por ejemplo, la pelea que compartió con Jiang Cheng cuando decidió posponer una vez más las miras de cortejo y matrimonio. Claro, por supuesto que todo el maldito mundo sabía que ella lo había "rechazado" cuando el hombre por fin se dignó a sentar cabeza juntos, pero lo cierto era que ninguno de esos dichos tan virulentos se condecía con lo que realmente había ocurrido. No, Jiang Cheng no la había desterrado de su habitación después de haberle negado su mano, no la había rebajado al puesto de concubina ni tampoco pretendía entregarla a otro de sus cultivadores para sacársela de encima. Lingjiao no lo había rechazado porque consideraba su carácter incompatible con el matrimonio, y tampoco eran infértiles el uno ni el otro —o eso suponía ella—. ¿Se habían peleado? Sí, podría decirse que su charla sí resultó bastante acalorada en el mal sentido de la frase, pero nada había pasado a mayores después de sucedida. ¿Había cambiado algo entre ellos? No, al contrario.

Lingjiao no estaba segura de si había herido o no la susceptibilidad del hombre en cuestión al haberle propuesto esperar, pero más allá de alejarse, lo cierto era que cada vez se sentían más y más juntos. A su manera, claro, de a poco y a pasos lentos y seguros, pero más juntos al fin.

Jiang Cheng había adoptado esa postura un tanto anticlimática de desear comportarse quizá un poco más como un hombre convencional —¿quizá creía que Lingjiao no lo aceptaba porque no la trataba como a una mujer normal?—, pero podría decirse que no le salía. Nie Huaisang tenía razón al afirmar que el hombre no tenía idea de cómo cortejar o, mejor dicho, coquetear, porque todas y cada una de las veces en las que se acercaba a ella con ese fin tan específico, lo cierto era que le salía el tiro por la culata. Era difícil insinuar cualquier cosa a oídos de Lingjiao, siendo que por lo general las indirectas le pasaban desapercibidas por su arcaico cerebro. No obstante, y por muy patético que sonara, aún así ella era un diez por ciento más avispada en cuanto a esos asuntos, por lo que no perdía la oportunidad de devolverle el gesto descolocándolo todavía más de lo que ya se encontraba al intentar culminar su iniciativa.

A ella le encantaba, de todas formas. Le encantaba cuando se paraba detrás suyo con cierta incomodidad grabada en el semblante, esperando en silencio que las palabras salieran de su boca cuando en realidad las tenía atoradas en la garganta. No existía en su vocabulario un "hoy te ves hermosa, ni tampoco "vayamos a pasear juntos al jardín" o "hiciste un buen trabajo, te quiero", por lo que todo eso que intentaba expresar terminaba transformándose en frases un tanto pasivoagresivas. ¡Es decir! Sí solía felicitarla al terminar una buena jornada laboral, pero todas esas frases románticas que uno esperaría en una relación amorosa simplemente se escapaban de su comprensión. ¿Tal vez por eso se veía así de adorable cuando parecía quedarse sin palabras? Cuando la observaba de reojo, cuando tocaba alguna parte de su cuerpo de forma disimulada, tratando de llamarle la atención sin parecer en realidad desesperado al respecto. Todo en él era una obra maestra a ojos de Lingjiao, pues Jiang Cheng tenía en él una amalgama de contradicciones que lo volvían un ser sumamente complejo pero, al mismo tiempo, tentador.

Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora