El reloj da inicio a la cuenta regresiva.

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Cuando algo iba mal el universo siempre se esmeraba por empeorarlo, y la vida de Lingjiao era el mejor ejemplo de ello.

En paralelo al grandísimo malentendido que los conflictivos sentimientos de Jiang Cheng desencadenaron, lo cierto era que la tensión en el mundo de la cultivación comenzaba a escalar cada vez más, de a poco, en silencio, casi pasando desapercibida. Lo que al comienzo se trataron de rumores infundamentados, murmullos citadinos esparciéndose solamente en la calidez de las cantinas, pronto fueron aumentando en magnitud. Las historias inventadas llegaron a ser tan sonoras que nadie, ni siquiera en el extremo más recóndito de Yunmeng ni de ninguna otra región, desconocía la melodía que acarrearía la desgracia.

A partir de ese momento, la vida de todos iría en picada.

Lingjiao se despertó una vez más gracias a la música del Sistema, aunque esta vez no vino acompañada de un aburrido resumen de sus logros y desaciertos, sino que, sorprendentemente, llegó para cooperar. O eso parecía.

El Sistema le ofrece la siguiente información: está usted a tiempo de evitar la línea temporal del GENERAL FANTASMA WEN NING. De elegir ese camino, pronto se le indicará cómo se pondrá en marcha el plan de contingencia para restaurar la salud de la línea de tiempo. Decida con cautela. Con amor: el Sistema.

El hecho de que fuese el mismísimo Sistema el que le ofrecía salvar a Wen Ning implicaba que lo más seguro era que existiese alguna clase de trampa. Nunca, en todos los años que llevaba residiendo dentro de Wang Lingjiao, el dichoso sistema se hubo dignado a ayudarla ni a brindarle ninguna clase de pista acerca de cómo seguir ni qué camino tomar. Por cuenta propia fue que enhebró qué podría llegar a ocurrir si Wen Ning no moría, y en su imaginación aquella modificación no haría sino arreglar absolutamente todo lo que podría llegar a desencadenar en el asedio al patriarca de Yiling.

Pero que el mismísimo sistema le sugiriera salvarlo implicaba que sus planes nunca verían la luz de la forma en la que ella imaginó. De alguna u otra forma, no comprendía cómo ni por qué, el salvarle la vida a Wen Ning no arreglaría absolutamente nada, y tarde o temprano tendría que ver a uno de sus amigos más amados perecer. Todas sus esperanzas eran, entonces, en vano.

Si aquella deducción llegaba a ser real, ¿existía entonces alguna razón real y seductora por la cual Lingjiao se tomara la molestia de evitar la muerte de Wen Ning? ¿Valdría la pena el esfuerzo, si ninguna clase de gratificación acarrearía? Porque claro, moverse fuera de la comodidad de su secta implicaba poner en vilo su integridad física, arriesgarse a perder de un día a otro todo lo que durante tantos años hubo sembrado. ¿Estaba dispuesta a hacerlo si eso no aseguraba la supervivencia de Wei Wuxian? Ese era su objetivo, después de todo.

...Tal vez lo mejor era abandonar su plan y dejar que las escenas fluyeran tal y como en el canon, limitarse a mirar por afuera hasta que hallase la forma de asegurar la victoria sin tener que someterse a ser un títere del Sistema. Incluso si eso significaba tener responsabilidad parcial sobre la muerte de un hombre inocente.

Sumida en sus reflexiones, Lingjiao vendó su pecho con demasiada fuerza, soltando un suave "auch" ante el punzante dolor que ésto generó. Si a ella le había dolido ejercer tan solo un poco de presión sobre su torso, ¿cómo debía sentirse morir? Es decir, ella había transmigrado justo después de su muerte, suponía, pero no todos correrían la misma suerte (o desgracia). ¿De verdad estaba dispuesta a manchar sus manos de sangre solo para asegurarse un poco de neutralidad? ¿Por desear actuar completamente contraria a lo que el Sistema encargase? No..., ella quería salvar a Wen Ning. Ella de verdad quería salvar a Wen Ning. Pero también a Wei Wuxian. Y si los ponía en una balanza...

Cubriéndose el rostro con ambas manos, Lingjiao ahogó un grito y continuó maquinando qué mierda haría a continuación. Entonces, una idea atravesó fugaz su cabeza: tal vez, pensó, el Sistema intenta aplicar psicología inversa. Su querido Sistema no era idiota, por lo que no cabían dudas de que debía estar al tanto de su plan para ayudar a Wen Ning. Ya que tan insistente es en mantener la trama al pie de la letra, quizá estaba intentando apelar a su desconfianza para orillarla a desistir en su plan maestro. Después de todo, por supuesto que ese maldito ente incorpóreo leía sus pensamientos . Por supuesto que sabía qué tramaba. Por supuesto que sabía cómo se sentía. Por supuesto que era consciente de cuánto lo odiaba.

Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora