Salvar a Mo Xuanyu fue, en partes iguales, una bendición como también una maldición. Por un lado el saber que estaba allí seguro, lejos de los abusos físicos de la familia Mo —más allá de los que ya hubo sufrido previo a su ingreso a Lanling Jin—, sin realmente preocuparse por qué ocurriría al día siguiente, sin ese tácito de peligro de muerte constantemente acechándolo por sus espaldas, le generaba a Lingjiao cierta sensación de seguridad en su pecho. Pero, por otro lado, ese mismo alivio que les traía el tenerlo vigilado también implicaba una incógnita impensada y, de paso, mucho más grande y compleja de lo que alguna vez imaginaron:
Si bien su destino estaría sellado en caso de permanecer en Lanling —otra salida no existía, pues Lingjiao misma fue testigo de cómo el pobre desgraciado casi delata los planes secretos de Jin Guangyao como si estuviese hablando acerca de su lista de supermercado—, si Mo Xuanyu no caía en desesperación pura, si no sufría, si no veía la muerte como su única salida..., ¿entonces no acababan de arruinar los planes del Sistema? ¿No acababan de arruinar el único recipiente conocido para Wei Wuxian reencarnado? Ese pensamiento tan intimidante no se le iba a Lingjiao de la cabeza no importaba cuántos días hubiesen transcurrido, pues a cada minuto, a cada segundo, temía escuchar la música de Windows XP seguida de un mensaje de error que le trajera su tan temido castigo.
Y es que, de hecho, Lingjiao ni siquiera tenía idea de qué podría hacer el Sistema a modo de venganza. ¿La enviaría de vuelta a su universo? ¿La mataría? ¿Mataría a un ser querido? ¿A Huaisang? ¿A Jin Ling? No. El Sistema no tendría la cara suficiente para cometer atrocidad semejante, ¿no? De todas formas su partida, por así decirlo, no contaba con régimen de puntos o nada por el estilo. Sólo era ella viviendo su día a día y trabajando para el fantasma de su mente cada vez que le era requerido.
Ahora bien, los días pasaron y pasaron, y ni el Sistema ni Jin Guangyao parecieron dar señales de vida. En cuanto a Lianfang-zun, ¡enhorabuena! No podía estar segura de si el hombre se sentía aliviado por el secuestro y posterior "asesinato" de su medio hermano o si lo estaría buscando en secreto, pero en ninguno de los dos casos Lingjiao creía tener de qué preocuparse. Mientras que a Nie Huaisang no lo traicionaran sus cultivadores —cosa poco probable, siendo que en la novela original nunca se aclara si obró solo o acompañado, y de haberlo hecho acompañado jamás padeció dificultades al respecto—, o ella fallara a la hora de pretender ignorancia frente a Guangyao, el resto sería asunto de la Lingjiao del futuro, esa que tendría que encargarse de lavar los trapitos sucios de su propia irresponsabilidad cuando el Sistema la obligase. Alguien tenga un poco de compasión por ella, ¿no? ¡Ya suficiente tenía con compartir un sobrino con el mismísimo Jin Guangyao! A veces, Lingjiao se preguntaba si no hubiese sido mejor encarar su idea original de desaparecer y vivir en una montaña.
Aunque nada iba a apaciguar su nerviosismo en cuanto al Sistema respectaba, porque llevaban alrededor de quince días con Mo Xuanyu escondido y, en el transcurso de esas semanas, ni una sola vez recibieron la perturbadora visita del espectro de la transmigración. Ojalá poder quitárselo de encima como si fuese un programa de computadora, pero bueno, no todo en la vida se podía. Y a eso debía sumarle su genuino deseo por reencontrarse con Wei Wuxian, situación que a esa altura sería posible sólo si ella ponía las manos en el fuego por su amigo.
Siendo honestos, y después de haberlo defraudado a la hora de no poder evitar su muerte, Lingjiao sentía la obligación moral de traerlo de regreso. De ser necesario mataría ella misma a alguien, aunque todas las mañanas le rezaba a dianxia deseando nunca tener que llegar a tal extremo. ¿No tenía suficiente trauma ya con haberle disparado una flecha a Wen Zhuliu aquella vez durante la fallida masacre de Yunmeng? ¿O con haber irremediablemente acompañado a Jiang Cheng en la campaña para derribar al sol? ¿Cuando vio a Wen Chao morir? ¿Cuando vio a Wei Wuxian morir? Dios, ¡ya dejen de turnarse para traumarla! De volver algún día a su realidad original, la pobre necesitaría mucho más que solamente un psiquiatra.
ESTÁS LEYENDO
Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.
FanfictionA la hora de elegir un personaje en el cual transmigrar, los Sistemas suelen priorizar dos aspectos: irrelevancia y maldad. Para hallar una víctima de transmigración, en cambio, el requisito excluyente es padecer una muerte ridícula. Wang Lingjiao n...