Los infortunios de transmigrar en una villana secundaria.

La cacería nocturna de Jin Ling (primera parte).

El Sistema los felicita por su rotundo éxito en el tercer arco de investigaciones. Nos complace informarles que, debido a su trabajo arduo, tenemos la potestad de confirmar que JIN ZIXUAN es, en definitiva, el elegido para ser convertido en cadáver feroz. De ahora en más, sus misiones tienen como objetivo principal asegurar la correcta obtención del recipiente para el alma de Wei Wuxian, como también los debidos preparativos para el plan maestro final. Nos contactaremos con ustedes tan pronto requeramos sus servicios. Sin mucho más que acotar, se despide con cariño: el Sistema.

Vaya noticias las que trajo el viento, o mejor dicho, el Sistema.

Luego de esa fatídica sesión de empatía en plena Torre de Carpa, tanto Lingjiao como Huaisang tuvieron que sumirse al mismo tiempo en un período de total tranquilidad, tratando así de ahuyentar cualquier clase de sospecha que pudiese quedar en Jin Guangyao. Y es que, luego de todo lo que Lingjiao contempló durante su ajetreado trance, el no desconfiar en las actitudes así de pasivas y nobles que Jin Guangyao demostró aquella noche... ¿Podrían ser tan estúpidos como para no ver las obvias banderas rojas en su actitud? Claro que todavía podían estar equivocados, todavía podían estar pensando mal de él siendo que, en teoría, no existía forma de que el hombre estuviese al tanto de sus verdaderas intenciones. Es decir, ¿con qué fundamentos podría vincularlos al cadáver de Zixuan? Ninguno. No llevaron a cabo el ritual en su antigua habitación ni en las criptas de Lanling Jin, tampoco en el santuario de la familia ni en la habitación de Jin Ling. Solamente se hubieron hecho dueños de un par de ropas que Lingjiao intuía pertenecientes a él y canalizado con éstas su alma. Si Jin Zixuan sí se materializó y sí le mostró su pasado, eso significaba que era él quien quería venganza.

Todo esto llevaba a confiar que, en realidad, Jin Guangyao no tenía por qué actuar con dobles intenciones, muy a pesar de que el simple hecho de llevar a cabo empatía era en sí bastante peculiar y podía prestarse a sospechas. Sin embargo, Lingjiao también conocía a Meng Yao lo suficiente como para saber que nunca actuaba sin antes cerciorarse de lo que hacía y cómo, por lo que siempre y cuando se mantuvieran con el perfil bajo, entonces nada debería ocurrir realmente. Si Huaisang y ella se encerraban en el Reino Impuro y continuaban jugando a los gemelos maravilla sin mover ninguna otra pieza del tablero, no tendrían por qué preocuparse. Al menos no por el momento.

Ahora bien, que los dos hubiesen subido la guardia en lo que a Lanling y Jin Guangyao representaba, no significaba que permanecieran cien por ciento ociosos. Al contrario, los dos tenían cosas que hacer, gente que visitar, protegidos que supervisar; porque sí, Sisi y Mo Xuanyu eran al fin y al cabo sus protegidos, por lo que requerían una escueta pero constante vigilancia.

El problema de vigilar a Sisi y a Mo Xuanyu era que, irremediablemente, los dos terminaron interactuando con ellos quizá un poco más de lo que era pertinente. Con Sisi no ocurría nada, pues la mujer tarde o temprano obtendría la libertad completa apenas cumpliera su rol y Jin Guangyao se encontrase diez metros bajo tierra.

El problema era Mo Xuanyu.

El hombre no tenía la culpa de nada de lo que ocurrió, ocurre ni ocurriría en el futuro con él. Su pobre psique se vio arruinada por su relación con Madam Jin y Jin Guangyao, sumada a esa incómoda obsesión con Guangyao que ella no estaba segura de si era intrínseca de él o si también hubo nacido de las manipulaciones de Madam Jin. Lo cierto era que el susodicho no dejaba de hablar de su medio hermano y su extraña obsesión en intentar ayudarlo, por lo que cada vez que Huaisang y Lingjiao lo visitaban, lo único que podían hacer era mirarse entre ellos en silencio y lamentar su calamitoso estado mental. Técnicamente, ahora que estaba en un ambiente mucho más sereno y para nada abusivo, Lingjiao hubiese esperado que su temperamento volviera a la "normalidad", pero eso no estaba ocurriendo en lo absoluto. ¿Sería esta la influencia silenciosa del Sistema? ¿O solamente estaba encariñándose con el hombre en cuestión y por eso no concebía su locura?