Avengers Oneshots III

Compañero de vida (Loki Laufeyson)

Prólogo: Loki tiene un ataque de ansiedad por culpa de Odin.

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Advertencia: Odin y sus comentarios ofensivos hacia nuestro querido Loki, ataque de ansiedad, un poco angustiante tal vez (?), pero con final feliz.
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Estabas sentada en el sofá de tu casa leyendo cuando la puerta se abrió y luego la cerraron de golpe.

Segundos después viste a Loki caminar por el pasillo de entrada frente a la sala de estar directamente hacia las escaleras con los puños apretados y cabeza agachada, subiendo rápidamente hacia su habitación.

–¡Loki llegaste!–Dijiste con una sonrisa, que pronto fue reemplazada por tu ceño fruncido al ver que no respondió ni se acercó a ti.

Te acercaste a las escaleras para ver hacia arriba y escuchaste la puerta de su habitación golpearse con fuerza.

Loki había ido a Asgard por la mañana ya que Odin requería de su presencia junto a Thor, y recién había llegado.

Alguien llamó a la puerta y después de darle una última mirada a las escaleras, te acercaste para abrir donde viste a Thor con una pequeña sonrisa.

–¡Thor! Hola... ¿está todo bien?–Le preguntaste preocupada haciéndote a un lado para dejarle pasar.

–Cuñada mía, te pido disculpas por el comportamiento de mi hermano. Nuestro padre ha sido muy duro con él hoy.–Te dijo con tristeza dejando su martillo colgado en el perchero y se acercó para sentarse en el sillón.

–¿Qué fue lo que dijo Odin ésta vez?–Le preguntaste llevándole una cerveza con un trozo de tarta de la cocina.

Thor soltó un suspiro viéndote a ti y luego bajó la vista hacia el plato.

–Dijo que no era digno para estar contigo, que te merecías a alguien mejor... alguien como yo.–Te dijo en voz baja y apenado.–Pero Lady T/N, yo quiero que sepas que jamás podría verte de esa manera, no porque no seas una hermosa mujer, no, tu eres muy hermosa. No podría verte de esa manera porque eres la mujer de mi hermano, su reina, su todo.–Se puso de pie dejando las cosas a un lado y viéndote afligido.

–Tranquilo, lo sé... ahora voy a ver a Loki, siéntete como en casa.–Le dijiste con una sonrisa dándole un apretón a su mano antes de subir.

Caminaste al final del pasillo del segundo piso y golpeaste la puerta suavemente desde fuera, pero no hubo respuesta.

–¿Mi rey? Loki soy yo... ¿puedo entrar?–Nuevamente no hubo respuesta.

Soltaste un suspiro y abriste la puerta para entrar, cerrándola tras de ti viendo a Loki en una esquina de la habitación con las piernas pegadas a su pecho y respirando agitado.

Te acercaste a él y te posicionaste detrás suyo para dejar su espalda pegada a tu pecho, y le abrazaste con fuerza tal y como siempre te pedía que lo hicieras durante un ataque de ansiedad.

–Aquí estoy mi vida, no te voy a dejar solo.–Le susurraste dejando un beso su cabeza.

Podías sentir como su cuerpo temblaba ligeramente y su respiración aún seguía agitada, así que le abrazaste un poco más fuerte.

Ambos se quedaron así por unos largos minutos, hasta que sentiste su cuerpo relajarse un poco más, y le soltaste un poco para que extendiera las piernas, tomando tus brazos por su frente para abrazarte.

–Gracias...–Te susurró mientras pequeñas lágrimas aún corrían por sus mejillas.

–No tienes por qué agradecerme, mi amor. Como tampoco tienes que escuchar las estupideces que dice Odin. Él no sabe de lo que habla.–Le dijiste con suavidad y dejando un beso en su cabeza.

–¿Pero qué tal si tiene razón? ¿Qué tal si Thor es un mejor compañero de vida para ti que yo?

–Eso no es algo que Odin pueda decidir, ni si quiera tu. Yo sé quien es el mejor compañero de vida para mi, y ese eres tú, Loki. Tú eres la persona a quien yo amo, y Odin no puede decidir acerca de mis sentimientos.–Hablaste con voz suave, mientras Loki acariciaba tus manos con delicadeza.

El dios soltó un suspiro tragando el nudo en su garganta, y besó tus manos mientras seguías abrazándole y sin moverse de su posición.