Avengers Oneshots III

Nada de eso (Peter Quill)*

Prólogo: Peter resulta herido durante una misión y no le gusta la idea de esperar para poder tener sexo otra vez.

dibuterminamedecriar
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Advertencia: Aquí eres enfermera de los Guardianes. Masturbación masculina, lectora dominante, pequeñas burlas, Peter desesperado.
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–Esto es injusto.–Se quejó Quill desde donde estaba recostado en su cama y tu abrazándole por la espalda.

–Serán solo un par de días para que las heridas no se abran.–Le dijiste dejando un beso en su mejilla.

Durante una misión Peter terminó algo lastimado con varios cortes alrededor del cuerpo, por lo que no debía hacer ninguna actividad física que pudiera romper las suturas, eso también significaba no tener relaciones sexuales durante ese tiempo.

–¡Pero linda yo quiero tener sexo! Es una necesidad vital.–Se quejó mientras tú tenías los ojos cerrados.

–No, no lo es.

–¡Bueno pues para mi si!–Se volvió a quejar.

Soltaste un suspiro rodando los ojos con una sonrisa, y comenzaste a besar su cuello.

–Debes dejar de quejarte y no moverte tanto o las suturas se romperán.–Le susurraste al oído pasando tu mano bajo sus pantalones.

Tu mano llegó hasta su miembro donde comenzaste a masajearlo, y Quill soltó un suspiro de satisfacción.

–Mierda... de esto estoy hablando.–Te dijo en voz baja y algo grave sintiendo su miembro erectarse al instante.

Un poco de semen comenzó a salir por la punta debido a su desesperación y frustración, así que lo recolectaste con tu mano y lo esparciste para que fuera más fácil mover tu mano.

–Solo prométeme que te vas a quedar quieto.–Le susurraste al oído.

Peter solo asintió la cabeza con los ojos cerrados, a la vez que detenías tu mano y le dabas un ligero apretón a su punta.

–Quiero oírte decirlo...

–¡Sí! ¡Bien! ¡Lo prometo! Solo por favor ya mueve tu mano.–Se quejó tratando de mover sus caderas, pero tenías tu pierna sobre ellas por lo que se le hizo imposible.

–Buen chico.–Dijiste con una sonrisa besando su mejilla.

Nuevamente comenzaste a mover tu mano en su longitud de forma lenta, dejandole acostumbrarse y así aumentar la velocidad poco a poco.

Empezaste a mover tu mano cada vez un poco más rápido escuchando sus pequeños gruñidos y gemidos, y su mano envolverse alrededor de tu muñeca en su miembro.

–¿Enserio ya estás cerca?–Le preguntaste con una pequeña risita al oído.

–¿Q-qué esperas de mi? Me... m-me haz tenido así por dos malditos días.–Te dijo con los dientes apretados.

Soltaste una pequeña risa y bajaste tu pierna de sus caderas para dejarle embestir tu mano con cuidado de no romper sus suturas, sintiéndole gemir y gruñir persiguiendo su orgasmo.

Después de unos cuantos movimientos, Peter se corrió en tu mano empapando su pantalón con un gemido tembloroso, mientras dejabas marcas miradas en su cuello con tus besos húmedos.

Cuando finalmente su clímax pasó, su respiración estaba agitada y sacaste tu mano de su pantalón, dándole una suave palmada por encima.

–Ahí está, ¿mejor?

–Mucho, aunque preferiría tenerte encima de mi y—

–Otro día, ahora no podemos hacer nada de eso.–Reíste dejando un beso en su mejilla.

–"Ihiri ni pidimis hicir nidi di isi".–Se quejó rodando los ojos mientras tú reías.