Avengers Oneshots III

La bienvenida (Natasha Romanoff)*

Prólogo: Nat llega de una misión y te encuentra en una posición comprometedora.

ItzayanaGuadalupeRos
Advertencia: Nat te descubre, uso de juguete sexual (vibrador), Nat monta tu pierna, Nat dominante suave, sexo oral, menciones de fluidos, dirty talking (?), elogios, Nat hablando ruso... ufff.
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Cuando Natasha había llegado por la noche después de una misión, escuchó un sonido algo así como una vibración de su habitación.

Una pequeña sonrisa se formó en su rostro y caminó por el pasillo del departamento hacia su cuarto, donde abrió la puerta y te vio desnuda en la cama, tus piernas abiertas y el vibrador que ella te había regalado dentro de ti.

Nat dejó su bolso en el suelo y se cruzó de brazos sin dejar de observarte.

–M-mierda Nat...–Gemiste subiendo un nivel más la intensidad del vibrador.

–Ésta si es una buena forma de llegar a casa.–Te dijo con una sonrisa.

Al escucharla, diste un salto apagando el vibrador y sacándolo de ti, viéndola asustada.

–¡N-nat! N-no te escuché entrar... ya llegaste— claramente ya llegaste porque estás aquí, p-pero no te escuché entrar... y-yo... t-te prometo que hay una explicación para—. Comenzaste a hablar nerviosa y cubriendo tu cuerpo con las sábanas, pero ella te interrumpió.

–¿Quién dijo que te detuvieras?–Te preguntó con una sonrisa, quitándose la ropa hasta quedar desnuda ante tus ojos.

–¿N-nadie?–Respondiste avergonzada.

–Pozvol' mne uvidet' tvoye telo i razdvinut' nogi.–Te dijo subiéndose a la cama.
(Déjame ver tu cuerpo y abre las piernas)

Inhalaste profundamente quitando las sábanas de tu cuerpo, y Nat tomó el vibrador de tu mano para poco a poco meterlo dentro de ti nuevamente.

Gemiste arqueando la espalda, y la rusa encendió el objeto haciéndote apretar las sábanas con fuerza.

Poco a poco fue subiendo la intensidad, y ella se acomodó en tu pierna derecha estirada, dejando que su intimidad, justo su clítoris hiciera contacto en ella.

–Mierda... ty takaya krasivaya i poslushnaya.–Gimió empezando a montar tu pierna.
(Eres tan hermosa y obediente)

–T-te extrañé mucho...–Dijiste agitada mientras Nat entrelazaba su mano izquierda con la tuya en la cama, y la otra movía dentro y fuera el vibrador de ti.

–Poetomu ty ispol'zoval moy podarok dlya sebya? ¿No podías esperar a que llegara y por eso usaste tu vibrador?–Te preguntó subiendo la intensidad hasta el máximo.
(¿Es por eso que usaste mi regalo para ti?)

–¡MIERDA! ¡Sí Nat! ¡No podía esperar a tener aquí!–Gemiste apretando su mano mientras ella se movía más rápido en tu pierna.

–Ty trogal sebya, dumaya obo mne?–Te preguntó agitada.
(¿Te tocaste pensando en mi?)

–Todas las noches... u-usé tu almohada también...–Gemiste avergonzada con las mejillas sonrojadas.

–Ne stydis', moya zhizn'.–Te dijo con suavidad, llevando la mano que estaba entrelazada con la tuya para acariciar tu rostro, provocando que la vieras a los ojos.–Yo también me toqué pensando en ti... viendo tus fotos y videos... mierda, incluso me llevé tus bragas favoritas.
(No te avergüences, mi vida)

Sus palabras te hicieron gemir y te corriste alrededor del vibrador arqueando la espalda.

Nat comenzó a moverse aún más rápido y desesperada en tu pierna, mientras que tu apagaste el vibrador y lo removiste de tu interior.

Recostaste a Nat en la cama y te acercaste a su intimidad para lamerla por completo.

Comenzaste a succionar en su clítoris y la rusa llevó sus manos para jalar de tu cabello, pegándote aún más a ella y apretando tu cabeza con sus piernas.

Pronto Nat se corrió en tu boca y tragaste todo lo que tenía para dar, lamiendo hasta dejarla limpia al igual que el interior de sus piernas.

Lamiste desde su parte baja hasta sus pechos donde metiste uno en tu boca y el otro lo masajeaste con tu mano, y Nat te jaló del cabello para acercar tu rostro al suyo y poder besarte.

Pasó su lengua por tu barbilla y luego te besó lamiendo el interior de tu boca, soltando un gemido al saborearse ella misma en ti.

Dejaste besos por su mandíbula y luego te recostaste encima suyo, dejando tu cabeza junto a la suya en la almohada y piernas enredadas.

–Ésta ha sido la mejor bienvenida que me han dado en toda mi vida.–Te dijo con una sonrisa, provocando que rieras avergonzada.

–Honestamente no lo tenía planeado. No pensé que llegarías tan temprano.–Le dijiste pasando ambas manos por tu rostro y recostándote a su lado.

–Y que suerte que lo hice.–Te dijo con una sonrisa, acariciando tus mejillas.

–Me alegra que ya estés aquí, te extrañé muchísimo.

–Oh, créeme que lo pude notar.–Te guiñó un ojo con una sonrisa, provocando que rieras avergonzada y cubrieras tu rostro con ambas manos.

Nat rió y dejó un beso en tu cabeza, acercándote a ella para abrazarte y acariciar tu espalda mientras escondías tu rostro en su cuello.