Avengers Oneshots III

Sugar Daddy (Steve Rogers)

Prólogo: Los Vengadores descubren que Steve tiene una novia BASTANTE menor que él.

arimagcasa
Advertencia: Diferencia de edad (la rayis tiene 18 y Steve pues... es muy viejo).
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Todos estaban en la cocina y sala de estar de la Torre que ambas conectaban, desayunando o simplemente viendo televisión.

Mientras los demás charlaban, Steve estaba preparando un desayuno que parecía ser para dos personas mientras algunos le veían extrañados y él trataba de terminar lo más rápido posible.

En ese momento entraste tu en la habitación con una playera del capitán, y pareciera que no tuvieras más de veinte años.

–Hey, Steve, te estaba buscando.–Le dijiste con una sonrisa mientras todos los demás se quedaban en silencio ya que ninguno te conocía.

–A-ah, si, perdón... y-ya iba.–Rió avergonzado y nervioso mientras los demás veían incrédulos la situación.

–Hola linda, Natasha Romanoff, mucho gusto. Disculpa... ¿cuantos años tienes?–Te preguntó Nat con una sonrisa que estaba sentada en uno de los taburetes de la isla en la cocina.

–Dieciocho, casi diecinueve.–Le respondiste con una sonrisa.–Soy T/N T/A, es un gusto conocerte. Steve siempre habla de ti.–Estrechaste su mano con una sonrisa.

Sam se ahogó con su comida y Tony le dirigió una mirada a Bucky que estaba sentado junto a Nat.

–Oh no, a mi no me miren. T/N acaba de decir que estaba buscando a Steve, yo no tengo nada que ver ahí.–Dijo el Sargento alzando ambas manos a modo de defensa y soltando una pequeña risita.–Aunque ahora entiendo cuáles eran los sonidos de anoche.

–¿T/N por qué no me esperas en mi habitación?–Te dijo Steve comenzando a empujarte con suavidad hacia las escaleras.

–Pero—

–Yo ya voy.–Dijo antes de que empezaras a subir, pasando una mano por su rostro sonrojado y volviendo a la cocina para seguir con el desayuno.

–¿Quién lo diría? El capipaleta convertido en todo un sugar daddy. ¿Vas a terminar de criarla también?–Le preguntó Tony con una risita tomando un sorbo de su café.

–¡Vaya vaya capitán! No conocíamos éste lado de ti.–Rió Sam ya habiendo tragado lo que tenía en la boca.

–No es por nada, Steve. Pero mejor alejo a mi hija de ti, eres todo un roba cunas.–Rió Clint al igual que Scott a su lado y chocaron las palmas.

Steve estaba completamente sonrojado mientras sus manos temblaban ligeramente y trataba de terminar el desayuno lo más rápido que podía.

–Ya dejen al pobre viejo, ¿qué no ven que le tiemblan las manos y las rodillas y después no puede ir con su sugar baby?–Rió Nat, provocando que los también rieran.

Steve soltó un gruñido molesto y se llevó la bandeja.

Caminó y subió rápidamente las escaleras escuchando las risas de los demás mientras se alejaba, sabiendo que no dejarían de molestarlo nunca.

Llegó a su habitación y cerró la puerta con el cerrojo rápidamente, y al verlo, te pusiste de pie y caminaste hacia él preocupada.

–Steve lo siento, no sabía que estaban tus amigos aquí. No quería incomodarte.–Le dijiste preocupada mientras él dejaba la bandeja en la cama.

–Tranquila querida, no te preocupes. En algún momento se iban a tener que enterar.–Te dijo con una sonrisa dejando sus manos en tus caderas y las tuyas en sus hombros.

–Aún así, lo siento.-Te volviste a disculpar afligida.–Ahora no van a dejar de decirte cosas.

Steve solo sonrió y se acercó para besar tus labios con ternura y cariño, acariciando tú mejilla con su mano.

–No te preocupes por ellos, después yo me encargo, sé cómo manejarlos.-Te aseguró con una sonrisa, para después dejar un beso en tu frente.–Ahora, ¿tienes hambre? Preparé tu favorito.

–¡Yay!–Exclamaste con una sonrisa acercándote a la bandeja emocionada, provocando que Steve riera y se uniera junto a ti en la cama.