Avengers Oneshots III

General Mayor (Hela Odinsdottir)

Prólogo: Hela y tú se conocen cuando llega a Asgard y Thor y Loki estaban en la Tierra buscando a Odin, sin embargo con el paso del tiempo comienzas a sentir cosas por ella, y ella por ti.

Hay pequeños respecto a la película de "Thor Ragnarok", pero son mínimos. Espero les guste 💖
yuzuchaning
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Cuando Thor y Loki se fueron a la Tierra en busca de Odin, ambos te dejaron a cargo de Asgard al ser la General Mayor del ejército. Ahí fue donde Hela y tú se conocieron.

Hela llegó lista para pelear contra ti, y así lo hicieron durante horas mientras tenías a tus mejores guardias entrenados cuidando y resguardando la seguridad del reino para cuando los príncipes llegaran.

Hela quedó impresionada con tus excelentes habilidades para luchar, y lograste dejarla arrodillada ante ti encadenada con unas cadenas creadas por los hechiceros del palacio, las cuales eran irrompibles y solo podían ser manipuladas por su portador, osea tú.

Durante ese tiempo te quedaste con ella en la sala del trono sentada frente suyo, y poco a poco comenzaron a charlar y lograste convencerla de que podía ser la siguiente reina, siempre y cuando el pueblo de Asgard no se viera afectado y tu estuvieras a su lado para asegurarte de ello.

Como era de esperarse al principio Hela se negó ya que quería reinar sola, sin embargo cuando llegaron Thor y Loki y hablaron los cuatro, Hela accedió y los dos hermanos también.

Así fue como Hela comenzó a gobernar, al principio sus métodos eran extremos y difíciles, sin embargo siempre estabas ahí para corregirla a pesar de que de vez en cuando te quisiera matar, pero no ibas a dejar al reino de Asgard solo.

Y como era de esperarse las dos comenzaron a sentir cosas por la otra, pero nunca dijeron nada ni tampoco se molestaron en demostrarlo.

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Estabas en la gran habitación del castillo de entrenamiento preparando a nuevos aspirantes a guardias del palacio luchando espada contra espada cuando Hela llegó.

Se situó en el fondo de la habitación de brazos cruzados y la espalda apoyada en la pared viéndote con una diminuta sonrisa.

La chica intentó atacarte, y le hiciste dar la vuelta con su espalda hacia a ti golpeando la parte de atrás de sus rodillas para que quedara apoyada en el piso, y dejaste la espada en su cuello y la suya en el suelo junto a ustedes.

–Debes practicar tus técnicas y cuidar tus piernas, puedes ser una gran debilidad en combate la cual tú enemigo no dudará en usarla contra ti.–Le dijiste bajando la espada y ayudándola a ponerse de pie.

–Así será, General Mayor.–Te dijo haciendo una pequeña reverencia.

–Esto va para todos, practiquen entre ustedes, mejoren sus técnicas, y tal vez algún día logren derribarme, aunque lo dudo mucho.–Les dijiste con una pequeña sonrisa haciendo que rieran.–Ahora fuera de aquí y vayan a sus hogares.

Tus alumnos se despidieron y le dirigiste una rápida mirada a Hela amtes de darle la espalda para tomar la otra espada y llevar las dos hacia donde se guardaban.

–Qué sorpresa verla por aquí, su majestad. Creí que estaría alistándose para la cena.–Le dijiste guardando las cosas que se utilizaron aquel día.

–Oh por favor, es solo otra estúpida y aburrida cena con el par de idiotas de mis hermanos menores.–Rodó los ojos mientras te seguía, y tomó la espada que utilizaste analizando el filo y viéndola atentamente.–¿Sabes? Viéndote con aquella joven, me hizo recordar al día en que nos conocimos.

–¿Se refiere al día en que la vencí?–Le preguntaste dándote vuelta para verla con una sonrisa arrogante y de brazos cruzados.

–Cuidado con tus palabras o tal vez sí me decida por matarte.–Te dijo apuntando el filo de tu espada justo en tu cuello y viéndote con una sonrisa.

–Ambas sabemos que jamás lo hará, soy a la única persona que tolera en todo el universo.–Le desafiaste de vuelta y sin dejar de sonreír.

–Tal vez tengas razón.–Respondio de vuelta bajando la espada y apoyándola en el suelo para dejar sus dos manos en la empuñadura.–Realmente no asesinarte ha sido la mejor decisión que he tomado.

–Por supuesto que lo es, estarías perdida sin mi, Hela.–Le dijiste acercándote a ella y dejando sus rostros a centímetros de la otra.–Me necesitas para reinar sobre Asgard, esa es la razón por lo que no me haz matado.

–Mmm... puede ser. Aunque debo admitir que hay algo en ti que los demás no tienen, y me causa curiosidad.–Te dijo dirigiendo su vista hacia tus labios.

–Digo lo mismo... sin embargo estoy convencida de que podemos descubrirlo juntas.–Le dijiste viendo hacia sus labios y luego sus ojos.–Con su permiso, alteza.

Hiciste una reverencia y pasaste por su lado para caminar hacia la puerta, mientras que Hela sonrió y tomó la espada darle una vuelta en el aire y atrapar la empuñadura antes de dejarla en su lugar y salir de ahí.