Avengers Oneshots III

La casa de Zemo (Sam Wilson)

Prólogo: Llegan a la casa de Zemo totalmente agotados.

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Advertencia: Toma lugar en los eventos de TFATWS (el nombre del gato que Sam propone lo vi hace mucho tiempo en un dibujo o cómic, así que los créditos van para quien lo haya creado ✨️).
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Todos iban cansados, afortunadamente Zemo les llevó a una casa suya donde podrían descansar, darse una buena ducha y dormir un poco antes de seguir buscando a Karli y los Flag Smashers, o al menos información sobre ellos.

–¡Dios! ¡No puedo más! Estoy agotadisima.–Te quejaste entrando a la habitación que Sam y tu iban a compartir, recién salida de la ducha con el cabello mojado y una playera manga larga suya puesta.

Te dejaste caer boca abajo en la cama con tu rostro hundido en las almohadas, y Sam rio ligeramente dejando su teléfono en la mesita de noche con tan solo su ropa interior puesta, listo para dormir.

–¿Te ayudó a relajarte la ducha?–Te preguntó acariciando tú espalda con ternura.

–Sí... también me ayudó a despejarme y olvidarme un poco de tus constantes peleas con Bucky.–Le dijiste abrazándote a su pierna y volteando tu cuerpo en dirección a él.

–¿Peleas? Yo nunca peleo, es él quien nunca cierra la boca.–Se quejó acariciando tu cabeza.

Levantaste la cabeza para verle con ambas cejas alzadas, y Sam solo rodó los ojos tratando de contener su risa.

–Como sea... cuando terminemos con todo esto me gustaría ir a visitar a mi hermana. Está teniendo muchos problemas con ese bote.–Te dijo mientras jugaba con tu cabello y su otra mano sostenía la tuya en su pierna, jugando con tu anillo de bodas.

–¿Por qué no simplemente lo venden?

–Nunca. Era de mis padres, y a ellos les habría gustado que cuidáramos de él. Y eso es lo que voy a hacer.–Te dijo con una sonrisa.

–Si pero tu estás constantemente yendo a misiones, y Sarah tiene dos niños y una casa que mantener. No tiene tiempo para botes descompuestos.–Le dijiste con suavidad trazados patrones en su pierna.

–Lo sé... pero aún así, voy a encontrar la manera de que nos quedemos con ese bote. ¿No te gustaría que nuestros futuros hijos jugaran en él?

–¿Enserio quieres hablar de hijos? ¿AHORA?–Le preguntaste con una pequeña risita.

–Dije futuros, no tiene por qué ser ahora.–Rio tomando tú mano y dejando un beso en ella.

–Que bueno que son futuros porque con suerte puedo contigo y con Bucky, y ni hablar de Zemo.–Le dijiste con una pequeña risita.

–¡Oye!–Exclamó fingiendo molestia y dándote un suave empujón que les hizo reír.

–Además... de momento las cosas están muy complicadas.

–Sí... pero podríamos adoptar un gato.–Te dijo con una sonrisa.–Podríamos llamarlo Figaro.

–Suena lindo... me gusta la idea.–Le respondiste cerrando los ojos y con voz adormilada.

–Oh no, no, no. Hey, despierta. No te duermas. Debes secarte el cabello o vas a agarrar un resfriado.–Te regañó tratando de soltarte de su pierna.

–¡Pero Samuel!–Te quejaste como niña pequeña abrazándole aún más fuerte.

–¡Ya suéltame y ve a secarte el cabello!–Rio ligeramente aún intentado alejarte de él.