Avengers Oneshots III

Relájese, Capitán (Steve Rogers)*

Prólogo: Le das un oral a Steve por primera vez.

AuroraFer8654
Mar5690
Advertencia: Sexo oral (hombre recibiendo), masturbación masculina, cum eating (consumo de fluidos después de un orgasmo), menciones de fluidos, Steve sumiso, "Capitán".
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Steve estaba sentado en el sillón de su departamento con los pantalones abajo y tú entre sus piernas.

Su respiración estaba agitada y apretaba el sofá con tanta fuerza que parecía en cualquier momento podría sacarle un pedazo.

–Tú solo relájate, Steve. Relájate y déjame a mi hacer el trabajo, ¿está bien?–Le dijiste con una sonrisa masajeando su erecto miembro.

Steve solo asintió con la cabeza ya que realmente no podía decir una sola palabra al estar tan nervioso.

De alguna u otra forma mientras los dos estaban viendo una película bastante aburrida, su conversación llegó al punto en que Steve te confesó que nunca antes había recibido un oral, por lo que te propusiste cambiar eso.

–Q-querida si no quieres hacer esto no hay prob—

–Guarde silencio Capitán y relájese, ya le dije que esto es para que lo disfrute.–Le dijiste con una sonrisa guiñando un ojo y dejando un beso en su punta.

El aire se quedó atrapado en sus pulmones al sentir tus labios en su punta, y luego como pasabas tu lengua desde la base hasta su punta.

Metiste primero un poco de la punta de su gran y erecto miembro, y comenzaste a succionar con ligereza.

Poco a poco fuiste avanzando con lo que tu boca podía tomar de su grande miembro muy probablemente mejorado por el serum.

–Dios...–Soltó un suspiro tembloroso dejando caer la cabeza hacia atrás.

–No creo que él quiera ver o escuchar, cariño.–Le dijiste con una pequeña risita sacándolo de tu boca.

Nuevamente volviste a meterlo hasta donde más pudiste, y trataste de concentrarte en respirar por la nariz mientras que llevaste tu mano derecha para pasarla por donde no lograbas cubrir con tu boca.

Empezaste a mover tu boca a lo largo de su miembro para meterlo y sacarlo, moviendo tu mano al mismo tiempo provocando que Steve soltara un gemido.

–¡Mierda!–Exclamó sintiendo tu boca a su alrededor, lo cual te hizo reír ligeramente.

Si tu boca no hubiese estado ocupada en ese momento, le habrías dicho "lenguaje", pero realmente ahora no podías, ni tampoco querías detenerte.

Tu otra mano fue a masajear sus testículos, y Steve llevó una mano para jalar de tu cabello embistiendo con ligereza tu boca.

–Q-querida sigue así...–Gimió con la respiración muy agitada y viendo donde estabas arrodillada frente a él.

Hiciste una pequeña arcada al sentirle en la parte de atrás de tu garganta, y Steve inmediatamente detuvo sus movimientos para disculparse, pero lo metiste aún más al fondo haciéndole gemir.

Su miembro comenzó a retorcerse dentro de tu boca, por lo que aceleraste tus movimientos aún más.

El Capitán soltó un último gemido hasta que se corrió en tu boca dejando caer la cabeza hacia atrás en el sillón y luchando por mantener sus ojos abiertos para verte.

Su abundante descarga pasó por tu garganta y lo que no pudiste tragar caía por tu boca a tu cuello.

Cuando se vació por completo, lo sacaste de tu boca tragando lo último que te quedaba, y le ofreciste una gran sonrisa y Steve rió ligeramente.

Escalaste por su cuerpo y te sentaste en su regazo, y Steve inmediatamente atrajo tu rostro al suyo para besarte con desesperación pasando su lengua por el interior de tu boca.

Al no poder seguirle el ritmo teniendo tu mandíbula cansada, te alejaste un poco y le ofreciste una sonrisa acariciando sus mejillas.

–¿Y? ¿Cómo estuvo?–Le dijiste con una gran sonrisa ignorando el semen que estaba en tu cuello y había caído al espacio entre tus pechos al haber desabrochado tu blusa.

–E-eso fue... tu eres... e-eres maravillosa.–Dijo con una gran sonrisa volviendo a dejar un beso en tus labios.

–Que bueno que te haya gustado.–Reíste acariciando sus mejillas mientras sus manos las deslizaba hasta tus caderas.

–¿Qué tal si llevamos esto a la habitación?–Sugirió con una sonrisa pasando su nariz por la tuya.

–Me parece una excelente idea.–Le respondiste sin dejar de sonreír antes de volver a besarle.

Steve como pudo se terminó de quitar los pantalones y se puso de pie llevándote en sus brazos con tus piernas enrolladas en su cintura, aunque no lograron llegar más allá de la pared del pasillo donde te pegó contra ésta y empezó a besarte desesperado.