Avengers Oneshots III

Vidrios en la espalda (Gamora)

Prólogo: Gamora te ayuda después de que terminaras herida por una misión.

ReoZFilwz
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–¡AUCH!

–¿Quieres quedarte quieta?–Te regañó Gamora alejando las pinzas y sus manos de ti.

–¡Eso intento pero es difícil contigo sacando vidrio de mi espalda sin anestesia!–Te quejaste viéndola por sobre tu hombro donde estabas sentada en una silla de la enfermería sin tu playera sujetándola en tu pecho, y tu espalda descubierta hacia ella.

–Tú dijiste que no querías anestesia, ahora quédate quieta para que pueda terminar rápido. Y NO muevas la cabeza.–Te volvió a regañar voltenado tu rostro.

Te quejaste y apoyaste la barbilla en el borde de la camilla mientras Gamora seguía sentada detrás de ti quitando los trozos de vidrio de tu espalda.

Habían estado en una misión hace un par de horas atrás, y por accidente terminaste cayendo sobre un montón de vidrios rotos que se te clavaron en la espalda, y ahora era Gamora la que los estaba quitando uno por uno.

–Auch.

–Ya sé que duele, pero tú no quieres anestesia.–Te dijo con suavidad removiendo otro y dejándolo en una bandeja antes de limpiar la zona para desinfectarla y dirigirse al otro.

–A veces siento que no nos pagan lo suficiente por lo que hacemos y los riesgos que corremos.

–Realmente no nos pagan, son algunos quienes nos ofrecen recompensas.

–Exacto.

–¿Cómo fue que te caíste?–Te preguntó quitando otro vidrio más.

–Me tropecé.–Rodaste los ojos y conteniendo la respiración al sentir que quitaba otro.

–Te van a quedar bastantes cicatrices.–Te dijo limpiando la zona y terminando de sacar los últimos.

–Lo sé... supongo que serán más para la colección.

–Okey... ya está. El último. Ahora tengo que suturar las heridas, ¿segura que no quieres anestesia?–Te preguntó quitándose los guantes para cambiarlos por otros y tomar la aguja con el hijo de la mesita junto a ella.

–Sí, estoy segura. No sería lo peor que he sentido.–Le dijiste apoyando tu mejilla en tu brazo.

–Sí logras pasar por esto sin quejarte, tal vez considere darte una recompensa.–Te dijo con una sonrisa saturando la primera herida.

–¡¿Es enserio?!–Le preguntaste emocionada levantando ligeramente la cabeza para verla por sobre tu hombro.

–Sí, pero solo si no te quejas y te quedas quieta.–Dijo apoyando con su mano tu cabeza en tu brazo.

–¡Okey!

–Siento como si fuera invisible aquí con ustedes.–Se quejó Quill desde otra camilla donde tenía su pie en alto e hinchado.

–Cierra la boca, nadie te preguntó nada.–Le dijiste rodando los ojos.–Además, ni sabía que estabas aquí.

Quill soltó un suspiro molesto rodando los ojos y cruzándose de brazos, mientras que Gamora soltó una pequeña risita y seguía limpiando y suturando tu espalda.