Avengers Oneshots III

La tina (Billy Russo)*

Okey gente, ésta es mi primera vez escribiendo sobre éste personaje (de la serie de "The Punisher"), y de verdad espero que me quede bien y les guste 💖
payosan
Advertencia: Marcas, mordidas, nipple play (o juego de pezón en español, que básicamente es estimular los pezones, ya sea con la boca o dedos), fingering (masturbación femenina), negación de orgasmo, burlas(? En realidad es muy poco).
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Billy y tu habían tenido una larga noche en cada superficie de su hogar, donde finalmente terminaron dándose un baño de agua caliente en la tina.

Tenías tu espalda contra su pecho mientras él te abrazaba por detrás, dejando besos en tu cuello, su mano izquierda jugando con tu pezón, y su otra mano entre tus piernas.

–¿Ya estás cerca otra vez, princesa?–Te preguntó con ese cierto toque burlón en su voz, mientras sus dedos se movían lentamente dentro y fuera de ti.

Su pulgar estaba en tu clítoris y tenía otros dos dedos dentro de ti, mientras su boca dejaba más marcas moradas que se añadían a la lista de las otras que ya te había hecho por todo el cuerpo.

–B-billy...–Gemiste apretando el borde de la tina, y tú otra mano apretó la muñeca de la suya que tenía sus dedos dentro de ti.

Justo cuando ya ibas a correrte y tus paredes se contraían a su alrededor, Billy dejó sus dedos quietos dejando besos en tu cabeza.

Soltaste un suspiro frustrada por ser la tercera vez que te negaba un orgasmo en todo el tiempo que llevaban en la tina.

–¡Mierda! Billy por favor...–Te quejaste dejando caer la cabeza hacia atrás.

–Prometo que ésta fue la última. ¿Estás lista, preciosa?–Dijo con una sonrisa y una pequeña risita, besando tu mandíbula.

–Por favor...–Le pediste manteniendo los ojos cerrados.

–Está bien... te lo mereces. Te lo mereces por lo bien que me has hecho sentir hoy.–Dijo con una sonrisa.

Nuevamente comenzó a mover sus dedos dentro y fuera de ti, y su pulgar masajeando tu clítoris mientras su mano seguía en tu pecho.

Soltaste un gemido enterrando tus uñas en su muñeca, a la vez que él besaba tu mandíbula, cuello y hombro, con ciertas mordidas de vez en cuando.

Nuevamente empezaste a sentir aquella sensación en tu abdomen, y con ello, la desesperación de que ojalá ésta vez por fin te dejara correrte.

–Tranquila linda, ésta vez puedes hacerlo.–Te susurró al oído como si hubiese escuchado tus pensamientos.

Sus dedos aceleraron sus movimientos, y finalmente te corriste a su alrededor arqueando la espalda y soltando un gran gemido.

Billy sonrió besando tu mejilla viendo cómo te corrías, mientras trataba de prolongar esa sensación en ti.

Cuando finalmente sintió que ya habías acabado, sacó sus dedos de ti y llevó ambas manos para acariciar tus piernas con suavidad que seguían abiertas.

Tu respiración estaba agitada y tu espalda seguía pegada a su pecho.

–¿Cómo te sientes?–Te preguntó con una sonrisa ligeramente arrogante.

–Ahora mucho mejor...–Reíste con ligereza.

–Bien... me gusta oír eso.–Te susurró al oído dejando un beso en tu mejilla, para luego abrazarte con fuerza y ambos sonriendo.