Avengers Oneshots III

Hace un mes (Sylvie Laufeydottir)

Prólogo: Sientes cosas por Sylvie pero tus inseguridades te hacen imposible poder decirle.

Etoyoshimura20
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Sylvie y tu se estaban ocultando en un planeta que dentro de 24 horas llegaría a su final.

Las dos estaban en una habitación de hotel quedándose hasta que tuvieran que escapar para no morir con el resto de personas.

Ella estaba frente a la ventana viendo hacia afuera, mientras que tu estabas en una de las camas sentada con tu espalda en la cabecera, de vez en cuando lanzándole rápidas miradas.

Llevabas mucho tiempo queriendo confesarle tus sentimientos, pero no podías. Tenías miedo de que no te quisiera de la misma manera en que tu lo hacías, y decidiera dejarte y no huir contigo nunca más.

–Me estás observando, puedo sentirlo.–Te dijo mientras miraba hacia afuera.

–Claro que no.–Respondiste cruzándote de brazos.

Sylvie se volteó ligeramente hacia ti para dirigirte una sonrisa, provocando que te sonrojaras y apartaras la mirada de ella antes de que volviera a ver por la ventana.

–Has estado más callada de lo usual, ¿te encuentras bien?–Te preguntó cerrando la cortina y yendo para sentarse frente a ti en la cama y dejando su espalda apoyada en ésta, ambas de sus manos bajo su cabeza.

–Claro que estoy bien, ¿por qué pasaría algo?–Le preguntaste tratando de ignorar tus ruidosos pensamientos.

–T/N te conozco, incluso mejor que tu misma. Hemos pasado casi toda nuestra vida juntas, puedes confiar en mi.–Te dijo con suavidad sentándose y posando su mano en tú rodilla.

La quedaste viendo por unos segundos y luego a su mano, antes de bajar la vista hacia tu regazo donde jugabas con tus manos.

Sylvie se quedó en silencio esperando a que dijeras algo y no invadir tu espacio o presionarte.

–¿Alguna vez... a-alguna vez no has pensado en nosotras como algo más que solo amigas?–Le preguntaste sin atreverte a mirarle a los ojos.

–Ah... estás así porque te gusto y no sabes cómo decirlo, ¿no es así?–Te dijo como si fuera lo más normal del mundo.

–¿Q-qué? ¿Cómo sabes?–Le preguntaste levantando la vista para verle con el ceño fruncido.

–Oh querida... la última vez que bebiste de más me contaste todo.–Rió ligeramente.

–¡Sylvie eso fue hace un mes!

–¿Y? No quería presionarte, ni tampoco quería decirlo porque sabía que te ibas a avergonzar.–Te dijo con una sonrisa tomando tú mano para juntar la con la suya en el aire y poco a poco entrelazarlas.–Debes dejar de pensar en tus inseguridades, dejar de lado eso y darte cuenta lo hermosa y maravillosa que eres.

Sus palabras te hicieron sonrojar y bajaste la vista, pero Sylvie te hizo estirar las piernas en la cama y pasó las suyas a cada lado tuyo para acercarse a ti y levantar tu rostro por tu barbilla con su mano libre.

–Eres hermosa, eres maravillosa y perfecta. Y si alguna de las dos no es suficiente para la otra, entonces esa sería yo. Te he hecho correr toda tu vida, no puedo darte una vida tranquila, y aún así sigues conmigo.–Te dijo con suavidad acariciando tú mejilla.

–Estar contigo es suficiente para mi... si me aceptas.–Le dijiste con una sonrisa y voz suave.

–Aquí y en cualquier planeta, querida.–Te respondió con el mismo tono de voz suave y sin dejar de sonreír.

Te acercaste y besaste sus labios conternura, y Sylvie te devolvió el beso acariciando tú mejilla y mano con su pulgar, ambas sonriendo en la boca de la otra.