Avengers Oneshots III

Estoy aquí contigo (Loki Laufeyson)

Prólogo: Loki te ayuda durante un ataque de pánico.

Alexaaajcs
Advertencia: descripción de un ataque de pánico.

Para Loki no era un secreto tu pasado en el ejército y cómo llegaste a ser capturada por Hydra después de que te tendieran una trampa.

Como también sabía que habían cosas, o sonidos más bien dicho, que te traían recuerdos de aquellos tiempos y desataban ataques de pánico inesperados.

Habían incluso situaciones en las que llegaban de la nada, y él siempre estaba ahí para ti.

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Era noche de películas en la Torre y estaban todos reunidos en la gran sala de estar frente al inmenso televisor.

Bucky se había retirado hacía cosa de un par de minutos atrás ya que tampoco se sentía cómodo con la película, y Steve le siguió para acompañarlo.

Mientras más avanzaba la película, habían muchas más escenas de acción con grandes explosiones y disparos.

Estabas sentada en una esquina del sillón con un cojín en tus piernas, y Loki estaba sentado en otro sofá viéndote de vez en cuando, manteniéndose atento a ti.

Ya había notado como habías comenzado a enterrar tus uñas en la piel de tu brazo, y el cómo de vez en cuando te rascabas de forma agresiva.

En un momento hubo una fuerte explosión en la película que sonó aún más alto al tener una modificación de sonido hecha por Tony para que las películas se escucharan aún mejor.

La explosión te hizo dar un salto, y tus manos comenzaron a temblar con fuerza.

No dijiste nada y solo te pusiste de pie para subir las escaleras detrás de la sala de estar para irte a tu piso donde estaba tu habitación.

Loki notó lo rápido que te fuiste, y casi de inmediato se fue detrás tuyo, prácticamente corriendo e ignorando los comentarios y miradas de los demás Vengadores que seguían viendo la televisión.

El dios desde el final del pasillo te vio entrar en tu habitación y abrir la puerta con las manos temblorosas, cerrando detrás de ti.

Corrió hasta quedar fuera de tu habitación y golpeó con suavidad para no asustarte ni sobresaltarte más de lo que ya estabas.

–T/N... querida soy yo, Loki. ¿Puedes abrir la puerta, por favor?–Te preguntó con voz suave.

Loki no recibió ninguna respuesta, e intentó golpear otra vez.

–Querida sé que es difícil, pero necesito que abras la puerta.–Insistió, pero lo único que escuchó desde adentro fue un fuerte sollozo.

Loki soltó un suspiro y se teletransportó con su magia dentro de la habitación.

Tu cuarto estaba totalmente oscuro, siendo la luz de la luna que entraba a través de las ventanas lo único que le daba algo de iluminación.

Loki te vio sentada en una esquina de la habitación, ambas piernas estiradas y la espalda y cabeza apoyadas en la pared, llorando con fuerza, enterrando las uñas en el suelo e intentando regular tu respiración.

El dios se apresuró y se arrodilló a tu lado, tomando tus manos en las suyas.

–Mi reina necesito que intententes respirar, ¿está bien? Respira conmigo.–Te dijo con voz suave.

Negaste con la cabeza soltando un fuerte sollozo, y Loki llevó tus manos a su corazón mientras te veía afligido.

Ésta no era la primera vez que te acompañaba durante un ataque de pánico, sin embargo siempre le dolía verte de ésta manera.

–¿Me puedo acercar a ti?–Te preguntó con voz suave.

Tu solo asentiste con la cabeza, y Loki recogió tus piernas para doblarla con suavidad y pegarlas a tu pecho, sentándose a tu lado con la espalda en la pared para posicionarte frente a él y pegar tu cuerpo a su pecho, pasando ambas piernas por cada lado tuyo.

Pegó tu oído a donde estaba su corazón e hizo desaparecer con su magia su traje adgardiano para quedar con tan solo una playera verde oscura delgada y unos pantalones de dormir negros.

Tomó tus manos y las dejó en su pecho y te abrazó con fuerza, apretando tu cuerpo contra el suyo.

–Concéntrate en los latidos de mi corazón y en mi voz, solo en eso. ¿Crees que puedas hacer eso por mi?–Te preguntó, y tú asentiste con la cabeza.–Bien... ahora escucha con atención. Estás a salvo, estás en la Torre Stark conmigo. Nadie va a hacerte daño ni tampoco nadie va a venir por ti. Yo estoy aquí para protegerte y asegurarme de que nunca nada te pase.

Loki dejó besos en tú cabeza y se quedó en silencio por unos segundos para que escucharas los latidos de su corazón, mientras él podía oír como tu respiración cada vez se iba calmando poco a poco y tus sollozos ya no eran tan fuertes.

Soltó un poco su abrazo en ti pero no del todo, mientras pasaba su mano por tú cabello con cuidado y suavidad.

–Gracias...–Te escuchó susurras desde tu posición.–Gracias por siempre acompañarme y nunca dejarme sola.

–No tienes nada que agradecer, querida. Sabes que siempre voy a estar aquí para ti.–Te respondió dejando un beso en tu frente, para luego apoyar su mejilla en tu cabeza y sin dejarte ir.