Avengers Oneshots III

Explosión en la cocina (Nat y Tony)

Prólogo: Nat y tu están en la sala de estar junto con Wanda cuando escuchan un gran estruendo en la cocina de la Torre.

Nuevamente volví a mezclar dos pedidos porque pensé que podría quedar bien, espero les guste y los disfruten 😊💖

wormsh5
Andyjauregui69
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Nat y tu estaban en la sala de estar de la Torre. Ella recostada encima de ti con su cabeza en tu pecho usándolo como almohada diciendo que tus senos eran suaves y cómodos, mientras tú estabas recostada con tu espalda en el sillón.

Había llegado aquella mañana de una misión y quería pasar el mayor tiempo posible contigo antes de que ahora tú te tuvieras que ir a Londres por otra misión personal para ayudar a un amigo, o más bien dicho, amigos tuyos, por la mañana del siguiente día.

Tus manos las tenías una en su cabeza acariciándola y rascando para masajear con suavidad, mientras la otra la pasabas por su espalda haciendo patrones con la televisión sonando de fondo que Wanda estaba viendo sentada en otro sillón.

En un momento las tres escucharon lo que pareció ser una fuerte explosión y dieron un salto, y acto seguido Pietro corrió y se sentó en uno de los sillones con el rostro negro por algo quemado y su cabello desordenado, de brazos cruzados y respirando agitado.

–¿Qué diablos fue lo que hiciste ahora, Pietro Django Maximoff?–Le preguntó Wanda con los dientes apretados, brazos cruzados y ladeando ligeramente la cabeza.

Nat volvió a recostar su cabeza sobre tus pechos observando la escena al igual que tú.

–¿Yo? ¡Nada! ¿Por qué siempre que pasa algo tengo que ser yo el responsable?–Dijo casi que ofendido.

–Tienes el rostro negro y tu playera tiene agujeros por haberse quemado.–Le dijiste conteniendo la risa mientras seguías haciéndole cariños a Nat.

–Y se te quemó un poco el cabello.–Le dijo Nat cerrando los ojos y volteando la cabeza hacia el otro lado para dormir.

–Mierda.–Murmuró corriendo rápidamente fuera de ahí, y cuando volvió, se había cambiado y limpiado aunque algunos cabellos seguían viéndose quemados.–Ya está, no pasó nada. Nadie sospechará nada.

–Pietro enserio, ¿qué hiciste ahora? ¿Deberíamos preocuparnos?–Le preguntó su hermana viéndole seriamente.

–¿Estabas en la cocina?–Le preguntaste mientras Nat dejaba besos en tu hombro.

–Claro que no... pfff... ¿qué cosas dices? Sabes que tengo estrictamente prohibido ir a la—

–¡¿QUIEN MIERDA EXPLOTÓ MI COCINA DE CINCO MIL DOLARES?!–Los cuatro escucharon a Tony gritar desde la otra habitación.

Nat soltó una pequeña risita con sus brazos envueltos a tu alrededor, mientras que tu te quedaste viendo a Pietro, y la Bruja se volteó lentamente hacia él para verle seriamente.

El velocista tragó saliva nervioso y se fue encogiendo cada vez más en el sillón, como si éste pudiera tragarle y escupirle en las Vegas donde desearía estar en esos momentos.

–No hay cómo comprobar que fui yo.–Murmuró evitando la intensa mirada de su hermana que sentía como si realmente pesara e hiciera un agujero en su cráneo.

–Va a revisar las cámaras de seguridad.–Dijo Nat sin moverse de su posición.

–¿Hay cámaras en la cocina?–Preguntó completamente pálido viendo entre Wanda y tu.

–En todos lados a excepción de los baños y habitaciones.–Le dijiste jugando con el cabello de Nat y dejando un beso en su cabeza.

–¡¡¡PIETRO MAXIMOFF!!! ¡¡¡VEN AQUÍ AHORA MISMO!!!–Gritó Tony desde la cocina.

–Fue lindo conocerlas, chicas. Me voy del país.–Dijo antes de salir a correr.

Wanda soltó un suspiro rodando los ojos y se puso de pie para ir a ver el desastre que su hermano hizo, mientras que Nat y tu se quedaron donde mismo estaban.

–Que lástima que me voy a perder el desenlace de ésta historia.–Dijiste viendo la televisión sin detener tus cariños en ella.

–Tú tranquila, te voy a mantener informada mientras estás en Londres con tus amigos.–Te dijo Nat con una sonrisa, levantándose ligeramente para verte a la cara pasando su nariz por la tuya.–Ahora... estaba pensando que podíamos hacer otras actividades antes de que tengas que irte mañana.

–Mmm... me gusta como piensas, siempre tienes grandes ideas.–Le dijiste con una sonrisa, besando sus labios mientras ella te tomaba de las manos para ponerte de pie y llevarte hasta su cuarto.