Avengers Oneshots III

Poco disimulada (Peggy Carter)

Prólogo: Quieres confesarle a Peggy tus sentimientos.

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–Se lo digo. No se lo digo. Se lo digo. No se lo digo. Se lo digo. No se lo digo.–Te ibas repitiendo a ti misma mientras dabas vueltas de un lado a otro fuera de la oficina de Peggy.

–¿Sabes? Si sigues así le vas a hacer un agujero al suelo.–Te dijo Howard que estaba apoyado en la pared detrás suyo, de brazos cruzados y viéndote dar vueltas.

–¡Estoy tratando de ordenar mis ideas! ¡¿Okey?! No es para nada fácil ir con la persona que te gusta a decirle que te gusta, ¡más si es una mujer! ¡A las personas no les gusta que dos mujeres tengan una relación!–Le dijiste afligida jugando nerviosa con tus manos.

–¿Y desde cuando te importa lo que las demás personas piensen? Mientras tu seas feliz, entonces está bien.–Te dijo encogiéndose de hombros.

–Aún así, ¿qué pasa si ella no siente lo mismo por mi? ¿Qué pasa si arruino la amigas que hay entre Peggy y yo?–Le preguntaste deteniéndote frente suyo para verle a la cara.

–¿Por qué arruinarías nuestra amistad?–Te preguntó Peggy saliendo de su oficina.

–Yo mejor me voy. Suerte.–Dijo Howard cuando diste un pequeño salto y luego se alejó.

–¡Peggy! No esperaba verte por aquí... d-digo si esperaba verte por aquí porque las dos trabajamos en éste lugar y estoy justo fuera de tu oficina, solo que me refiero que no esperaba verte aquí y ahora en éste preciso momento justo en éste instante.–Comenzaste a hablar nerviosa mientras ella solo te veía con una sonrisa.

–¿Puedo ayudarte? ¿Venías a decirme algo?–Te preguntó sujetando los documentos en sus manos y sin dejar de verte.

–Yo... ah... s-si... a-algo así, puede ser, tal vez.–Tartamudeaste nerviosa tratando de ver a cualquier parte menos a ella.–P-peggy la cosa es... e-es que yo... y-yo por ti... amm... m-me gustaría... nosotras... ¡¿mierda por qué es tan difícil?!–Exclamaste pasando ambas manos por tu rostro.

–Yo te gusto y quieres invitarme a una cita.–Te dijo con una sonrisa.

–¡Exacto! ¡NO! ¡ESPERA! ¡¿Cómo es que sabes de—

–No eres muy buena ocultando cosas de mi, querida.–Respondió con una sonrisa acercándose a ti hasta quedar a centímetros de tu rostro.–¿Te parece bien hoy después del trabajo en el restaurante cerca de tu casa?

–S-si... m-me parece excelente, estupendo, e-es una gran idea.–Respondiste asintiendo con la cabeza y una sonrisa boba.

–Bien... hasta entonces.–Se despidió besando la parte donde termina tu boca y luego te guiñó un ojo antes de irse.

Cuando finalmente estuviste sola, dejaste ir el aire que estabas conteniendo y alzaste ambos puños a modo de celebración antes de ir a buscar a Howard.