III

75 12 10
                                    

20 de septiembre del 2021

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

20 de septiembre del 2021.

Recuerdo claramente cuando era pequeña y usaba los tacones altos de mamá, encontraba divertido verme más alta usando aquellos zapatos que eran casi el doble del tamaño de mi propio pie. Le repetía a mamá que, cuando fuera adulta, tendría muchos tacones como los de ella, también vestidos, hasta los hermosos collares de piedras preciosas que parecían pequeñas estrellas brillando en su cuello; adoraba ver a mi madre con aquellos preciosos y coloridos vestidos con algunos toques de pedrería.

Con el pasar de los años, esa pequeña curiosidad aumentó y empecé a pedirle a mis padres la libertad para escoger mi propia ropa. Cada vez que podíamos, salíamos a mi centro comercial favorito para comprar nuevos atuendos siendo combinados por mi, en ese punto mi sentido de la moda estaba emprendiendo un viaje sin retorno.

Y cuando me hice adolescente, compré mis primeros tacones con trece años luego de ahorrar con la mesada que mis padres me daban cada mes. Sí, ellos podían comprarme un camión lleno de zapatos si así lo quisieran, pero me enseñaron el valor del trabajo duro y ello me lleva a la actualidad.

Que bonito es recordar el pasado, ¿No? Más si se trata de esos momentos donde comienzas a descubrirte a ti misma. Mi vida como modelo ha cursado una larga trayectoria que se ha traducido en mi propio desenvolvimiento como persona y llevándome a conocer cada una de las partes en mi interior que no conocía.

Mi primer gusto realmente marcado como una niña fue la moda, algo que comencé a explorar desde una temprana edad; no por algo era una modelo muy cotizada, pues el llegar hasta este punto en mi vida no era nada fácil y llevó constante descubrimiento de mis capacidades y mis propios gustos personales, un trabajo que llevó años en dar los frutos que hoy en día coseché.

Pasar de una academia de modelaje a otra a medida que mis habilidades seguían mejorando me hacían darme cuenta de que, en efecto, nací para esto. No solo fue un tiempo de entrenamiento y dedicación, pues la diversión no faltó en cada fiesta y reunión junto a mis compañeros de la academia, donde conocí mucha gente y me desenvolví fácilmente con mi carisma nato.

Ese día era uno especial para mí, luego de haber hablado sobre mi diseñador de moda favorito en una entrevista para la televisión hace unos meses, él me contactó y me invitó a una conferencia sobre moda y confección para el otoño de este año; sería al final del día, por lo cual estaba realmente emocionada —y con ninguna intención de ocultarlo—, estuve esperando por meses para este momento.

Pero antes de pensar en la conferencia, debo ir paso por paso, primero la sesión fotográfica que tengo en exactamente una hora... debo apresurarme.

Tal vez no soy la mejor en el manejo de los horarios, pero siempre cumplo con mis trabajos, así sea diez minutos más tarde. Realmente no importa, todos esperan por mí. Nadie sería capaz de no esperarme un par de minutos más allá de la hora acordada.

Tomé un rápido desayuno justo después de darme un baño frío, eso me ayudaría a despertarme un poco más, debía tener energías para el día de hoy; bueno, ya las tenía —especialmente por la emoción—, pero muchas veces es complicado despejarte y energizarte cuando acabas de despertar de tu sueño profundo.

𝗔𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲𝗻, 𝒂𝒍𝒍 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭  » (𝑮)ɪ-ᴅʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora