En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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07 de febrero del 2022.
El invitar a una chica a salir nunca había sido tan difícil y es que, seamos honestos, el tener una cita con una chica con la cual tienes un historial tan específico es lo que me hace entender la verdadera dificultad del asunto.
Desde hace unas semanas, mis ganas de invitar a la castaña a una "cita" se habían disparado y no pensaban abandonar mi cerebro dentro de poco. Maquillar la idea como una reunión de amigas había sido mi plan, pues si lo veíamos como una cita real, aquella mujer activaría sus instintos heterosexuales y buscaría la excusa más estúpida para rechazarme.
Pero luego de una llamada, fue bastante fácil dar por hecha aquella cita. El usar las palabras correctas me permitió tener la fecha y hora para ello, ¡La cual era hoy!
Debo admitir que desde que me desperté esta mañana, no he dejado de pensar en que conjunto utilizaría hoy. A pesar de que sea una "salida de amigas" o una "reunión de amistad" como seguramente lo vea la castaña, yo sabía que era mi oportunidad para conseguir algo más.
Las horas pasaban y la hora de la cita se acercaba cada vez más. Por mucho que me emocionaba aquel momento, debía admitir que me encontraba algo nerviosa, pero no era nada de que preocuparme.
Cho Miyeon, caerás por mí.
2:27 PM
Nunca me imaginé que mi almuerzo de un miércoles por la tarde sería al lado de una modelo tailandesa en un pícnic. Cuando recibí la llamada de Minnie con aquella idea me pareció un poco raro al principio, pero sonaba bastante divertido. No tenía razones para rechazarla, así que sin pensarlo demasiado dije que sí.
No sabía en donde sería el pícnic, pues la modelo insistió en que sería una sorpresa. Quedamos en que la esperaría en las afueras de una cafetería a la que solemos ir, lugar desde donde caminaríamos hasta el destino que escondía la chica.
Miré mi reloj, solo faltaban tres minutos para la hora pautada. Por alguna razón, me sentía un poco nerviosa por todo esto, pero debía pensarlo como lo que era, un simple almuerzo de amigas. A pesar de que no soy una persona realmente ansiosa, el hecho de que esto fuera planeado por Minnie le daba un nuevo peso.
Miré a mi alrededor y tan puntual como yo, llegó la tailandesa un minuto antes de la hora. Tal vez estaba viendo mucho mi reloj, pero era muy consciente del tiempo por alguna razón.
Se acercó a mí una vez logró divisarme. —Oh, ¿Llevas mucho tiempo aquí? — preguntó preocupada.
—Llegue hace unos minutos apenas. Habrán pasado solo cinco como mucho. — reí. —¿Cómo estás? — pregunté, ahora el siguiente paso en mi cabeza era romper el hielo, aquella capa de incomodidad que solía haber entre nosotras dos.
