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10 de junio del 2022

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10 de junio del 2022

Las salidas y reuniones con las chicas seguían siendo igual de frecuentes como lo habían sido desde los últimos meses. A pesar de que no tuviera todo el tiempo del mundo y que prefería gastar el poco tiempo libre que mi apretada agenda me aportaba con Soojin, de vez en cuando aceptaba una que otra salida con las chicas, ya que al final, terminaba siendo divertido compartir con todas y consideraba que eran tan importantes como si fueran parte de mi familia.

Por mucho que podamos ser muy diferentes, aprecio a cada una de ellas, pues me han ayudado mucho a olvidar la soledad que he podido llegar a sentir con el pasar de los años. No podía desperdiciar estas amistades y este círculo que había creado por el trabajo u otras cosas relacionadas a él, eso es algo que me habían enseñado Soojin y mi hermana, así que debía seguir sus ejemplos.

Habíamos decidido hacer planes bastante simples, pues a pesar de ser un viernes por la noche, no teníamos ganas de ir a ningún bar o alguna fiesta, cosa que Yuqi ya había mencionado antes con insistencia. En lugar de eso, decidimos ir a un restaurante de parrilla coreana para comer algo de carne durante la noche. Era un plan sencillo, divertido y que a todas nos gustó.

Llegamos al lugar que habíamos acordado e hicimos el pedido. En poco tiempo, comenzamos a cocinar la carne en la parrilla que se situaba en el medio de la mesa y comenzamos a conversar sobre nuestra semana. Básicamente, se trataba de una reunión para ponernos al día.

A medida que comíamos y conversábamos, el tiempo pasaba entre broma y broma sin que nosotros nos diéramos cuenta. Estábamos divirtiéndonos bastante, así como todas estábamos disfrutando de la deliciosa comida que el restaurante nos ofrecía. A pesar de que yo no era la que más amaba salir y prefería quedarme en casa o pasar el tiempo con Soojin, este tipo de reuniones me agradaban más, especialmente por la tranquilidad de planes de este estilo.

Cuando habían pasado alrededor de dos horas, ya habíamos terminado de comer y suponía que cada quien se iría a su casa, pues no había razones para seguir en el lugar ni planes ya anticipados.

Pero sabemos que cuando se trata de este grupo de chicas, yo termino siendo la más relajada y teniendo a una chica en el grupo llamada Song Yuqi, sabía que no nos iba a dejar ir en un viernes por la noche, mucho menos cuando ya había sido insistente antes en querer hacer otra cosa además de la cena.

—Bien, chicas. — llamó la atención de todas golpeando un vaso con los palillos.  —Ahora, ¿Vamos a casa de quien? ¿Quién ofrece su morada? — exclamó la pelirrosa con gracia.

Todas nos miramos entre sí, no sabíamos a qué se refería, especialmente porque no habíamos acordado hacer nada después de la cena. Aquellos eran planes improvisados de su parte, pero no era algo inesperado por parte de ella, pues hacer planes inesperados era su fuerte.

—Podemos ir a mi casa, supongo. — ofreció la tailandesa rápidamente, parecía bastante animada de seguir teniendo planes durante esa noche.

—La última reunión fue en tu casa. Lo justo es que alguien más se ofrezca. — agregó Miyeon.

𝗔𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲𝗻, 𝒂𝒍𝒍 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭  » (𝑮)ɪ-ᴅʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora