En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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17 de diciembre del 2021
Dicen que los cambios no se dan de la noche a la mañana y puede que sea cierto, pero con el pasar de los días y luego semanas sería muy tonto no notar los cambios; en un principio bastante sutiles, pero ahora su notoriedad era suficiente para hacerme decir "Diablos, ¿Qué está pasando?"
No era difícil señalar la razón por la que estaba teniendo esos pensamientos en este momento, estaba evitando mis malos hábitos lo mejor que podía; acudir a fiestas de celebridades o ir a bailar después del trabajo y ¿Quien sabe? encontrar algún chico guapo o una linda chica con la qué pasar la noche. En una situación normal, no me importaría en lo más mínimo seguir con ello, después de todo siempre he sido una chica de relaciones muy casuales, alguien que disfruta el momento y nada más. Pero, esto es muy distinto.
Creo que era la primera vez que salía y compartía mi tiempo con alguien que me gusta sin sexo de por medio. Aquello de tener citas espontáneas, palabras de afirmación y contacto físico con una misma persona era algo que no pensé que podría encontrar fácilmente —aunque no haya sido precisamente fácil— pero lo estaba obteniendo. Lo repetía de vez en cuando en mi cabeza, ese es mi objetivo. Y en estos momentos me generaba emoción y tranquilidad lo que estaba surgiendo entre la cantante y yo.
Pero, ¿Por qué pensaba en todo esto? La respuesta era bastante sencilla, no tenía sentido alguno que esté un viernes por la noche en casa luego del trabajo. La Yuqi de siempre estaría en una increíble fiesta bebiendo y bailando sin control, sin importarle en qué cama despertará al día siguiente. Pero en cambio solo estaba acostada con el televisor encendido haciendo ruido de fondo.
Hasta Yena —quien no hace más que sermonear por mis libertades— notó lo controlada que he estado las últimas tres semanas. Cabe mencionar que justo esta mañana cuando apareció en mi casa yo ya estaba lista para iniciar el día y cumplir con mis actividades, y ella decidió abordar con lo siguiente:
—¿Exactamente quién eres y qué hiciste con Song Yuqi? — los brazos cruzados y la expresión interrogante me hicieron suspirar un poco cansada por cuarta vez en el día.
—¿Pero qué dices? Sigo siendo la misma. — respondí casi de inmediato. La mirada de Yena siempre ha sido expresiva y esta vez no es la excepción —¡Qué no sé de qué hablas! — volví a quejarme.
—Yuqi, has estado las últimas semanas sin ir a fiestas, no has salido en ninguna revista o en redes sociales con alguna de tus víctimas y has estado bebiendo moderadamente en el trabajo. — comenzó a enumerar con sus manos. —También pareces obsesionada con tu celular escribiendo y riendo como tonta, haz cumplido con tus horarios mucho más que antes ¿Ya mencioné no vas a fiestas? ¡Es raro encontrarte en casa tan temprano!
Mi amiga parecía estar a punto de tener una crisis, por momentos viéndome como si fuera alguna clase de bicho extravagante que por primera vez ha pisado esta tierra o bien como si fuera alguna persona mentalmente desquiciada.
