En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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05 de marzo del 2022
Soyeon había pautado este día para trabajar en la letra de un par de canciones y para verificar un par de arreglos que había agregado a las canciones, esperando por mi aprobación, así que iría a su estudio durante la tarde.
Por muy agotador que pudiera ser trabajar los fines de semana, resultaba en una opción viable cuando tu semana entera estaba ocupada de otros trabajos, tal como le pasaba a la cantante y a mí.
Resignada a nuestros horarios apretados, acepté ir a trabajar junto a ella el sábado. Al fin y al cabo, siendo Soyeon, sería mucho más fácil trabajar sin presiones, por lo cual no sería un esfuerzo tan molesto.
Además, necesitaba desahogarme y sabía que la rubia sería la indicada para ese trabajo. Después de todo, hemos creado una buena confianza entre ambas, especialmente desde que empezamos a trabajar juntas.
Toqué el timbre de su estudio en el edificio de Cube, a lo que ella no tardó en abrir luego de colocar el código en la puerta. Ya había ido en repetidas ocasiones al lugar, así que podía ubicarme fácilmente en la compañía y no necesitaba permisos para entrar.
—Buenos días, Soyeon. — saludé con entusiasmo, ella me devolvió la sonrisa.
—Hey, Miyeon. — me señaló donde sentarme. —Buenos días, siéntate.
Su estudio era un lugar bastante agradable, sin considerar el espacio reducido que tenía. Me preguntaba cómo podía ser capaz de sacar canciones tan increíbles en un lugar como ese, pero al final todo su genio estaba en su cabeza más allá del lugar donde trabajaba.
—¿Quieres café? Justo estaba haciendo un poco. — ofreció, mientras servía su taza de la cafetera.
—Oh, sí, me parece genial. — ella me pasó la taza cuando acepté.
Mientras ella seguía sirviendo su café y colocándole el azúcar, yo decidí comenzar a hablar de aquello que necesitaba sacar, al menos para hacerlo antes de empezar a trabajar.
—Oye, ¿puedo contarte algo? — pregunté tímidamente mientras veía mi reflejo en el café de mi mano, ella por su parte asintió sin preocupación. —Ayer Minnie me invitó a una cita y se puede decir que pasaron cosas.
—¿Pasaron cosas? ¿A qué te refieres? — se sentó a mi lado, sosteniendo su taza de café.
—Hm, bueno, yo acepté ir sin pensarlo mucho, para mí era una salida más de todas las que habíamos tenido. Lo que sí es cierto es que Minnie estaba muy apegada a mí, me estaba tratando muy bien y al final del día... me besó. — expliqué con vergüenza.
Por un momento pensé que Soyeon iba a escupir el café.
Después de eso, ella rio ligeramente. —¿Minnie te besó? ¿Cómo fue?
—Fue muy repentino, estaba quitándome los aretes que me habían dado junto a un hanbok que usamos para sacarnos fotos, pero que había olvidado regresarlos. Cuando me los quitó, se me quedó viendo, yo por alguna razón no me moví, y ella solo se acercó y me besó. — expliqué, sentía que mis orejas y mis mejillas se calentaban a medida que seguía hablando.
