En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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08 de mayo del 2022
—¿Y entonces? ¿Te culparon? — pregunté mientras llevaba un poco más de ramen a mi boca.
—¡Lo hicieron! Estaba claro que no fui yo, pero todos estaban jodidamente borrachos y prefirieron culparme.
Carcajeé. —¿Pagaste por el televisor?
—Ni loca iba a hacer eso. No tenía la culpa de nada de eso. De hecho, fue su culpa por colocar un televisor tan cerca de la piscina sólo para cantar karaoke, son unos idiotas.
Estaba sentada sobre el sillón de mi sala, comiendo algo de ramen mientras hablaba por llamada con Yuqi, así como suelo hacerlo la mayoría de días.
Siendo domingo, el día era muy tranquilo y sin mucho que hacer. Bueno, sí que había cosas por hacer, pero decidí tener un día de paz, cosa que me había recomendado mi novia —como una excusa para pasar más tiempo con ella—.
Hablar con la china era una cosa del día a día, lo que se salía de la rutina en ese momento, era el sonido del timbre de casa sonando. Era extraño, nadie me había avisado que iría, así que podría ser cualquiera.
—Oye, alguien está tocando el timbre, ¿Puedes hacer silencio mientras voy a ver quién es? No voy a colgar. — anuncié, ella aceptó y yo me levanté del sillón.
Sabía que no era ninguna de las chicas, así que me causaba más curiosidad quien podría llegar a tocar mi timbre sin haber avisado antes.
Cuando llegué a la puerta, preferí echar un vistazo en la mirilla primero. Cuando observé, me encontré con mi hermana esperando al otro lado de la puerta.
Aquella no era una sorpresa grata, pero tampoco me molestaba tener que hablar con ella. Más allá de su presencia en mi casa, me causaba curiosidad sus razones para venir a verme, cosa que no solía hacer o que no hacía sin avisar previamente.
Abrí la puerta y me recibió mi hermana sonriente. —Soyeon, hola. — saludó con tranquilidad. —Espero que no sea un mal momento.
Negué con la cabeza. —No, pasa. — caminé al interior de mi casa y ella me acompañó.
Mientras caminábamos, ella decidió hablar: —Me enteré hace un tiempo de tu relación, no me habías hablado de ella, pero tampoco quería incomodarte haciendo preguntas de más. — comentó con naturalidad.
—Oh, eso. — nos detuvimos al llegar a la sala y nos sentamos en el sillón. —No creía que fuera algo importante.
—A mi me importa. Sé que eres cerrada con tus cosas personales y lo respeto, pero sabes que yo te apoyaré sea lo que sea, ¿Lo sabes?
Dudé por un momento, pero asentí al final. —Bien, supongo debí contártelo directamente, lo siento.
—Ah, no te disculpes, te entiendo. — rio ligeramente. —Hablame de ella, ¿Te trata bien?
