LXXIV

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21 de junio del 2022

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21 de junio del 2022

Compartir tiempo con Soojin se había vuelto algo bastante rutinario para mí, pues desde que comenzamos a formalizar nuestra relación, el tiempo en compañía de la otra comenzó a ser una prioridad para ambas, incluso para mí, que tenía este trabajo que consumía la gran mayoría de mi tiempo y que limitaba mis relaciones sociales.

Aunque, esta no era una relación social cualquiera; era mi novia, quien amaba y quien merece un puesto importante dentro de mi ajetreada vida.

Al final se trataba de un esfuerzo que sabía que tenía que hacer, pues a pesar de que mi trabajo sea de las cosas más importantes que tenía, no podía dejar que eso sobrepasara a mi relación con la pelirroja, relación la cual sabía que debía cuidar, sí quería mantenerla.

Esa noche, después del trabajo, decidí ir directamente a la casa de la pelirroja en lugar de ir a mi hogar. Pasar tiempo con ella era algo a lo que me había acostumbrado bastante, y pasó de ser algo que solo sucedía de vez en cuando, a ser prácticamente una necesidad para mí. Es por ello que no importaba si se trataba de un fin de semana o de otro día del resto de la semana, yo necesitaba estar con ella.

A pesar de que era un momento divertido y que realmente disfrutaba junto a ella, el dolor de cabeza instalado en mi frente no me permitía estar muy relajada y sabía que mi expresión de dolor —que intentaba disimular sin éxito— era tan evidente que la chica de mi lado lo notó con facilidad.

—¿El dolor de cabeza no ha pasado? — preguntó con preocupación una vez notó que estaba recostada en la cama con la mano en mi frente, buscando olvidarme de la molestia.

—Aún no, supongo que voy a tener que tomar una pastilla a pesar de que no quiero. — respondí con fastidio.

Soojin se levantó de la cama y caminó hasta un pequeño cajón que tenía a un lado de su closet. De allí, sacó una pastilla, presumía que era aquella para el dolor de cabeza y me la extendió junto con un vaso de agua. Dejé la pastilla pasar por mi garganta, ahora solo quería relajarme; mañana tendría que trabajar y no quería llegar a la oficina con un dolor de cabeza como este.

—Has tenido muchos dolores de cabeza últimamente. — afirmó, sabía de ello a través de varias conversaciones que habíamos tenido en el pasado, tal como esta.

—No te puedo mentir, sí que los he tenido. A veces intento evitar tomar demasiadas píldoras. Sé que no es bueno para la salud estar tomando tanto ibuprofeno, pero si no lo hago, simplemente no puedo trabajar. Las migrañas son terribles, me pueden joder un día entero. — admití.

—Yeh Shuhua, a ti te hace falta un buen día de relajación. ¿Qué te parece si vamos a un spa mañana? — ofreció repentinamente, llamando mi atención.

—No sé si tenga tiempo para ello... — expliqué arrastrando mis palabras. Sabía muy bien que ella no iba a estar de acuerdo con ello y haría lo posible para arrastrarme fuera de mi oficina.

𝗔𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲𝗻, 𝒂𝒍𝒍 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭  » (𝑮)ɪ-ᴅʟᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora