8 de octubre del 2021
Tomé un trago de mi humeante café, saboreando el líquido caliente, podía contar este como un corto periodo de descanso antes de continuar con la exhaustiva revisión de informes con los cuales concluiría la semana.
Era viernes, pero el trabajo no parece disminuir y el plantearme seguir unas horas más para terminar con esto eran lo bastante tentativas como para considerar esa opción. Dejé la taza en su lugar claramente marcado en mi escritorio y continué firmando documentos como si de una máquina se tratase, aprobando decisiones de la directiva y leyendo las suficientes veces antes de dar dicha aprobación. Mi trabajo podría sonar un poco exhaustivo, pero puedo decir que estoy a la altura.
Durante toda la semana los días iniciaron y concluyeron como debían, todos los cargamentos de maquillaje fueron entregados en las diferentes sucursales y la materia prima que sería importada de países extranjeros arribaron como se había planificado. Por ahora, parecía ser una semana bastante normal, las cosas estaban funcionando como debían y así esperaba que continuara.
Gracias a la entrevista a la que asistí hace diez días nuestros números se elevaron exponencialmente —según el informe entregado por mi querida hermana días después— lo que obligó a la empresa a abastecer las tiendas que fueron asaltadas por intrépidas compradoras. Como siempre, mi hermana no había fallado en aquella decisión de, básicamente, obligarme a asistir a la entrevista.
Parece que sí valió la pena asistir.
A diferencia de lo que podía creer, fue una entrevista divertida. Normalmente no soy alguien que asiste a ese tipo de entrevista, esa que se basa tanto en escarbar en toda la información posible de sus invitados para dar a los televidentes lo que quieren: chisme. Siendo una persona reservada, ese tipo de situaciones podrían ser incómodas, aunque afortunadamente no fue el caso.
No era algo extraño en algo como la televisión y tampoco me quejaría, los tragos estuvieron bien, el ambiente fue divertido y si gracias a eso mejorarían las estadísticas de la compañía —tal como estaba pasando ahora mismo— no podía quejarme.
Recuerdo claramente las palabras de mi hermana, alegando que había sido excesivamente formal teniendo en consideración el tipo de programa que era y que gracias al carisma de su conductora es que resultó atractivo para el público y no una aburrida entrevista como las anteriores a las que había accedido.
Poco después fui capaz de sentirme aliviada y liberada de los regaños de XiaoHua cuando le comenté sobre el previo intercambio de números telefónicos, aunque no fuera la gran cosa. Podía recordar sus palabras incesantes una y otra vez: "Debes ser más abierta", "Fuiste demasiado formal" o la frase que puedo asegurar, repitió más veces; "Debes dejar de parecer tan misteriosa."
Gracias al cielo sucedió aquel afortunado intercambio de números, pues con ello conseguí lo que mi hermana tanto quería, mientras tanto yo solo me sentía tranquila de haberme liberado de aquellos regaños, ¿Realmente pensaba en escribirle a la china? Pues, sería más probable que ella lo haga primero, así que solo esperaré.
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𝗔𝗻𝗱 𝘁𝗵𝗲𝗻, 𝒂𝒍𝒍 𝑓𝑒𝑙𝑙 𝐚𝐩𝐚𝐫𝐭 » (𝑮)ɪ-ᴅʟᴇ
FanfictionEn una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas. Algo que nunca olvidarán. -No he logrado dormir bien... Pregun...