En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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10:02 PM
Ese día luego de salir del trabajo, decidí darme el tiempo de vestirme de una manera casual pero refinada para la reunión que teníamos pautada esa noche. Estaba realmente emocionada, ¡Esta sería mi primera salida real como amigas con Shuhua!
Planeaba simplemente irme con mi chófer como siempre lo hacía, pero Shuhua como la buena amiga que se ha hecho para mí, decidió que iba a darme un aventón hasta casa de Yuqi. Estaba claro que le dije que sí.
—¿Lista para esta noche, Minnie? — preguntó Shuhua con una sonrisa una vez subí a su Porsche que estacionó al frente de casa.
—Estoy emocionada, tengo mucho tiempo sin ir a una reunión de este tipo, así que creo será divertido. Además, ¿No te emociona pensar en quienes más irán? — pregunté a Shuhua, cada día había más confianza entre nosotras así que hablarle de forma casual comenzaba a ser algo rutinario.
—No suelo asistir a este tipo de reuniones, pero creo que esta vez será algo divertido. Aparte, seguro será divertido para ti conocer a la Yuqi del show que te gusta, te prometo es una chica un tanto... ¿Ocurrente? — me explicaba intentando encontrar las palabras correctas para describir a la querida anfitriona de la fiesta.
—Tienes razón, me causa mucha curiosidad, ya lo veremos. — concluí, mientras veía a través de la ventana del auto deportivo de la chica, pensando en las posibilidades que se presentarán esa noche.
Y en menos tiempo de lo que se esperaba, llegamos a la dirección que la china nos había hecho llegar desde un mensaje con la ubicación de su hogar.
Era una casa bastante grande, podía decirse, en un barrio lo suficientemente bueno para considerarse de "clase alta". Por lo que podíamos darnos cuenta, eramos las primeras en llegar.
—Ni siquiera la propia anfitriona de la fiesta ha llegado. — soltó una risa la rubia al tocar al timbre por tercera vez y resignarse a que nadie saldría a atender el llamado. Decidió enviar un mensaje a la china, quien sólo respondió con un ruidoso audio diciendo que iba en camino junto a Soyeon.
—Bueno, esperaremos durante unos minutos supongo. — exclamó Shuhua mientras guardaba su teléfono en su cartera y se recostaba en el capot de su auto, sentándose en él.
—No tardarán en llegar, espero. — recosté mi espalda en la pared de la parte exterior de la casa de la china.
Pasaron un par de minutos mientras compartía palabras con la rubia esperando la llegada de la china y la cantante. Todo estaba perfectamente bien, incluso la conversación sobre nuestra comida favorita de la infancia estaba siendo muy enriquecedora hasta el momento que divisé a una chica que se me hizo conocida en la lejanía, caminando directamente a nuestra dirección.
—¿Esa es...? — pensé mientras intentaba forzar mi vista a la que parecía ser una castaña.
El universo parece que decidió estar en contra mía este día.
