En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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25 de junio del 2022
7:13 PM
Después de varios pendientes sin terminar, decidí que ese sábado me quedaría en el estudio trabajando durante la noche. No era de mi agrado el tener que desperdiciar un fin de semana de esta manera, pero si quería tener una semana menos pesada, lo mejor que podía hacer era salir de todas aquellas responsabilidades.
Tenía suerte de que la compañía quedaba bastante cerca de mi casa, incluso siendo capaz de llegar caminando hasta ella, a diferencia de lo que era antes Cube Entertainment. Llevé un par de cosas en mi bolso para resistir durante la noche: un par de snacks, barritas de proteína, algo de café para hacer en la cafetera más tarde, pastillas para el dolor de cabeza —repondría el botiquín de mi estudio— y un poco de Ramyeon para comer durante la cena.
Estaba lista para pasar la noche y lo último que haría antes de salir de casa sería avisarle a Yuqi. Le haría una corta llamada; me interesaba avisarle, pues cuando comenzaba a trabajar y concentrarme en ello, solía dejar el teléfono a un lado.
Busqué su contacto, el cual estaba guardado como favorito entre todos los números que tenía en mi agenda y la llamé con una videollamada, sabiendo que si no lo hacía, ella terminaría rogando que encendiera la cámara para verme.
—¿Qué hace la chica más guapa del mundo? — pregunté una vez la chica contestó, no se tardó mucho en hacerlo.
—Hey, resulta que me di cuenta que soy muy buena en un juego que encontré en mi teléfono mientras estaba aburrida. Se llama PUBG Mobile, ahora estoy un poco obsesionada con él, así que estaba jugando una partida.
—¿Ahora tengo una novia adicta a los videojuegos? — ataqué a modo de broma.
—Yo tengo una novia adicta al anime y estoy feliz de que seas así. Imaginate que, de hecho, soy capaz de compartirte con Zoro y eso no evita que me ponga celosa. — respondió con orgullo. —De hecho, ahora que lo pienso, ¿Cómo puede gustarte un hombre?
—Error, un hombre ficticio. — respondí con gracia. —Cuando exista un hombre con cabello verde, que sea parte de la tripulación de Los Piratas de Sombrero de Paja y que sea un legendario espadachín, ahí puede que haga una excepción en mis gustos. — explicó con detalles. —Oh, y que tenga una cicatriz en su ojo.
—¿Debo preocuparme de que me cambies por un hombre con esas características? — levanté una ceja en sospecha.
—Si me tratas como la mujer de tus sueños, puede que estés segura. — sonreí.
—Cuando estamos en la cama, te demuestro que eres la mujer de mis sueños, Jeon Soyeon. — replicó con orgullo. —Y no solo ahí, pero cuando gritas mi nombre, sé que lo estoy haciendo bien. — sonrió al terminar aquella frase.
—¡Yah, Song Yuqi! — cubrí mis ojos, me sentía avergonzada pues no pude evitar recordar esos momentos. —Tu ganas, no hay manera que pueda cambiarte. — carcajeé. —Bien, a lo que iba. Te llamo para avisarte que voy a ir a la compañía. Tengo mucho trabajo pendiente y pensé en que podía quedarme y trabajar durante la noche. No quiero tener una semana tan pesada, así que voy a sacrificar mi sábado.
