En una ciudad llena de recuerdos donde pequeñas acciones las llevaron hasta ese momento. Amores y corazones rotos, el punto más alto de la felicidad y la más profunda de las tristezas.
Algo que nunca olvidarán.
-No he logrado dormir bien... Pregun...
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16 de julio del 2022
Ese sábado por la mañana había decidido visitar a mis padres, algo que formaba parte de mis costumbres cada tanto. Aquello no era nada extraño, solía hacerlo frecuentemente, pues pasar el día con ellos era algo que solía disfrutar bastante. A diferencia de muchas personas, mi cercanía con mis padres era bastante estrecha, así que compartir un día con ellos era algo de lo más normal.
Había llegado temprano para cocinar un buen desayuno a mis padres y después de concluir la comida con una buena conversación mañanera —con objetivo de ponernos al día—, saldríamos a almorzar juntos en un restaurante hogareño que solíamos frecuentar en mi adolescencia. Eran planes sencillos, pero eran esos planes que amaba por su sencillez y tranquilidad, pues hacían falta días así después de tanta locura junto a las chicas. Mientras tanto, le contaba a ambos sobre mi vida actualmente, también les empecé a contar sobre las chicas y cada una de sus personalidades, pues habían comentado que vieron las entrevistas en las cuales había estado junto a las chicas, tanto aquella individual y la grupal en el show de Yuqi.
—Esa chica es bastante graciosa, la que es la presentadora del show, ¿Yuqi? — preguntó mi padre mientras me ayudaba a guardar en el refrigerador las compras que habíamos hecho después de nuestro almuerzo en el restaurante.
Estábamos comentando sobre cómo me había visto bastante borracha durante aquella entrevista, mientras ambos se burlaban de mí de una forma bastante amistosa, ese tipo de relación llevábamos.
—Es ella y ni lo menciones, realmente es un desastre, pero es muy buena chica. Es la más cercana a mí en el grupo, me cae muy bien. — afirmé mientras guardaba los tomates uno a uno en un envase en el refrigerador.
—Oh, pero la chica pelinegra, esa tailandesa, es la que fue a verte al hospital ese día. ¿Cómo se llamaba? — preguntó mi madre, quién se unió a la conversación.
—Ah, hablas de Minnie. — dije, ella sintió. —Sí, bueno... somos muy cercanas, es cierto. — sonreí para mí misma después de aquella última oración. Aún era difícil —o más bien, extraño— el pensar en decirles a ellos que mi relación con la pelinegra era algo más allá de una amistad, pero pensaba hacerlo pronto.
Lo que era cierta es que una Miyeon enamorada actúa como una tonta y es por ello que una idea se instaló en mi cabeza después de terminar aquella oración y lo mejor de todo, me sentía preparada para llevarla a cabo.
—Parece buena chica, se preocupó tanto por ti que fue a verte y te acompañó durante el resto de la noche. Esos son los verdaderos amigos. — agregó mi padre mientras asentía en aprobación.
Que pensaran así de ella me tranquilizaba, pero solo faltaba la parte más importante, el recalcar que no era mi amiga.
—Hablando sobre personas cercanas y todo ello, quiero decirles algo. — atraje la atención de ambos una vez cerré el refrigerador detrás de mí, ya había terminado de organizar las compras. —Quiero que conozcan a alguien que es muy especial para mí.