XII

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—Así que... ¿esta será tu vida de ahora en más?— cuestionó Zayn desde el balcón, observando cómo los fans gritaban al ver a alguien allí, mientras se recostaba contra la baranda, sintiendo la brisa fresca de la noche mientras miraba la ciudad iluminada.

—Será solo por siete meses— aclaró Louis, desviando la mirada hacia Zayn.—¿puedes salir de allí, por favor?— preguntó, notando la familiar chispa de diversión en los ojos de su amigo. —Me pones nervioso— murmuró, esbozando una sonrisa.

Odiaba las alturas, pero estar junto a Zayn siempre lo calmaba un poco.

—Termino el cigarrillo y me uno a ti adentro— informó Zayn, dejando escapar una nube de humo antes de apagarlo y dirigirse hacia la puerta.

Una vez dentro Louis se apresuró a preguntar —¿Tu... tú lo reconociste, ¿verdad? —pregunto, con un atisbo de esperanza en su voz, esperando que Zayn tuviera una respuesta que lo tranquilizara.

La uña de Louis estaba al borde de desaparecer entre sus dientes, un hábito que solía aparecer en momentos de nerviosismo extremo.

Zayn, con su calma característica, asintió lentamente, comprendiendo la angustia de su amigo.

—Sí, reconocí que el alfa rizado que solía ser tu crush ahora es una estrella pop y trabajas para él —respondió Zayn, sus palabras resonando en el aire con seriedad.

Las cejas de Louis se fruncieron. —Aunque él no sabe quién soy... y al parecer tampoco te reconoce a ti —susurró Louis.

Zayn le ofreció una mirada de compasión, reconociendo el dolor que Louis estaba experimentando.

—A mí... yo me fui mucho antes de Londres, no tiene por qué recordarme. Pero tú... él debe recordarte —dijo Zayn con gentileza, tratando de consolar a su amigo.

El corazón de Louis se hundió un poco más ante la verdad implícita en las palabras de Zayn.

—Pero no me recuerda, Zayn —suspiró Louis, una mezcla de tristeza y resignación en su voz.

Zayn reflexionó por un momento, sus ojos oscuros mostraban una mezcla de comprensión y preocupación.

—Es algo extraño, ¿no? —murmuró Zayn, su ceño fruncido mientras consideraba la situación.

Louis asintió con pesar, sintiendo que estaba atrapado en un laberinto de emociones confusas y sin salida.

—No lo sé, ¿sí? Probablemente. Pero no importa, porque ahora estoy trabajando para él —concluyó Louis, tratando de aferrarse a cualquier sentido de propósito que pudiera encontrar en su situación.

—Y... ¿aún te atrae? —preguntó Zayn con curiosidad.

—Yo... no lo sé, han pasado casi quince años. Ya no soy aquel niño que estaba colado por él, he tenido relaciones con otros alfas...—

—Pero...—

—Bueno, sí, sé que mis relaciones han sido cuestionables... pero no lo sé...—

—¿Y tu omega? —interrumpió Zayn— ¿Él lo siente?—

La pregunta hizo que Louis temblara. Joder, claro que lo sentía. Claro que su omega sentía a Harry, lo sentía en cada partícula de su ser, esa necesidad, ese anhelo, ese sentimiento que nunca fue retribuido.

—Sí, supongo que sí lo siente —respondió finalmente Louis, luchando por encontrar las palabras adecuadas—. Es difícil de explicar... es como si una parte de mí siempre lo hubiera llevado conmigo, incluso cuando intenté dejarlo atrás. Y sé que él... bueno, no siente lo mismo. Pero eso no importa ahora, estamos aquí para trabajar.—

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora