Erotic Melancholia

XXXIII

Harry le había pedido si podían ir a almorzar antes del show, y claramente aceptó. No iban a cenar muy lejos, solo en el mismo restaurante del hotel, pero definitivamente estaba nervioso.

Zayn le ayudó a calmarse, diciéndole que no iba a pasar nada, que solo era un almuerzo.

—Vamos, Lou. Es solo un almuerzo. Respira —dijo Zayn, colocándole una mano en el hombro—. Harry quiere pasar tiempo contigo, eso es todo.

Louis asintió, tratando de convencerse a sí mismo de que no había nada de qué preocuparse. Se miró en el espejo, ajustando su camisa y pasando una mano por su cabello. Se veía bien, al menos eso esperaba.

—Sí, solo un almuerzo —repitió Louis, tomando aire profundamente.

Bajó al restaurante del hotel, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Cuando llegó, vio a Harry esperándolo en una mesa cerca de la ventana. El rizado levantó la vista y sonrió al verlo, haciéndole un gesto para que se acercara.

—Lou, estás aquí. —Harry se levantó para recibirlo, sus ojos brillando con emoción—. Me alegra que hayas venido.

—No iba a decir que no —respondió Louis, tratando de mantener la calma mientras se sentaba frente a él—. Gracias por invitarme.

—Es lo menos que podía hacer —dijo Harry, sentándose también—. Quería hablar contigo en un ambiente más tranquilo.

Louis asintió, tomando el menú para ocultar su nerviosismo. Sus ojos recorrieron las opciones, pero su mente estaba en otra parte.

—¿Qué te parece la comida aquí? —preguntó Harry, rompiendo el silencio.

—Es buena —respondió Louis automáticamente, sin realmente haber probado nada.

Harry sonrió, notando la tensión en los hombros de Louis y el denso aroma a jengibre.

—Lou, quiero que sepas que no hay presión. Este almuerzo es solo para que pasemos tiempo juntos, para hablar. Nada más —dijo Harry suavemente, tratando de aliviar la ansiedad del omega.

Louis levantó la vista, encontrándose con la mirada sincera de Harry. Asintió, sintiendo un poco de la tensión abandonar su cuerpo.

—Gracias, Harry. Aprecio eso —dijo, permitiéndose relajarse un poco más.

El mesero apareció frente a ellos, el suave y formal uniforme ajustándose a su esbelta figura. Louis a veces se olvida que Harry es millonario y que se encuentran viajando por todo el mundo en un tour multimillonario, hospedándose en hoteles de cinco estrellas super exclusivos.

—Buen mediodía —dijo el mesero con una sonrisa profesional—. ¿Qué desean ordenar hoy?

Harry le sonrió al mesero y luego miró a Louis.

—¿Te gustaría empezar con algo ligero, Lou? Tal vez una ensalada o algo más consistente.

—Sí, una ensalada estaría bien —respondió Louis, todavía sintiéndose un poco fuera de lugar en el lujoso restaurante.

—Perfecto, entonces dos ensaladas de la casa para empezar —dijo Harry al mesero, que asintió y se retiró para preparar la orden.

Louis se permitió observar a Harry, admirando cómo se movía con facilidad en un ambiente tan elegante. A pesar de la situación, Harry parecía completamente a gusto, como si estuviera acostumbrado a este tipo de vida.

—A veces olvido lo acostumbrado que estás a todo esto —dijo Louis con una pequeña sonrisa.

Harry rió suavemente, encogiéndose de hombros.