XXXVI

237 21 0
                                    

—Lou— tarareó Harry, pasando sus dedos por el cabello del castaño —Mi vida, debemos levantarnos...— murmuró, mirando la hora en el pequeño reloj de la mesa de luz —Tenemos show.

El omega gruñó ligeramente entre dormido, acercándose más al pecho de Harry, buscando más del calor y la seguridad que encontraba en sus brazos.

Harry sonrió suavemente, acariciando el cabello de Louis con ternura. —Sé que estás cansado, pero prometo que después del show podrás descansar todo lo que quieras.

Louis se acurrucó aún más cerca, su nariz rozando el cuello de Harry, inhalando el aroma que tanto lo calmaba. —Cinco minutos más...— murmuró con voz adormilada.

Harry dejó escapar una risa baja, besando la frente de Louis. —Está bien, cinco minutos más. Pero luego tenemos que levantarnos, ¿de acuerdo?

Louis asintió levemente, disfrutando de esos últimos momentos de tranquilidad antes de enfrentar el bullicio del día. En ese breve instante, con los aromas de chocolate, café, miel y jengibre entrelazándose a su alrededor, se sintió completamente en paz, sabiendo que, pase lo que pase, Harry estaría a su lado.

Los minutos pasaron rápidamente, y antes de que Louis pudiera darse cuenta, Harry estaba suavemente moviéndolo para despertarlo de nuevo.

—Lou, se nos acaba el tiempo —dijo Harry con una sonrisa cálida, aún acariciando su cabello. —Es hora de prepararnos.

Louis abrió los ojos lentamente, parpadeando para despejar la niebla del sueño. —Está bien, ya me levanto —murmuró, su voz ronca por el sueño.

Con esfuerzo, se incorporó y se frotó los ojos, sintiendo el aroma de Harry aún impregnado en su piel. El café, el chocolate y la menta se mezclaban con su propio aroma a miel, canela y jengibre, brindándole una sensación de confort y seguridad.

Harry se levantó de la cama, estirando sus brazos y girando el cuello para deshacerse de la rigidez. —Vamos, te acompaño a desayunar —dijo, extendiendo una mano hacia Louis.

Louis tomó la mano de Harry y se levantó de la cama, sintiendo una chispa de energía recorrer su cuerpo. Juntos, se dirigieron hacia el comedor del hotel, listos para enfrentar el último show antes del merecido descanso.

El comedor estaba ya bastante lleno, con el equipo y algunos miembros de la banda disfrutando de sus desayunos. Louis y Harry se sentaron en una mesa al fondo, buscando un poco de privacidad antes de la gran noche.

Louis pidió un café y algo ligero de comer, mientras Harry optó por un desayuno más sustancioso, consciente de la energía que necesitarían para el día.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Harry, mirando a Louis con preocupación.

—Mejor —respondió Louis, tomando un sorbo de su café. —Gracias por estar conmigo anoche.

Harry sonrió, su mirada suave y protectora. —Siempre, Lou. Siempre estaré aquí para ti.

Con eso, ambos se concentraron en su desayuno, disfrutando de la calma antes de la tormenta del espectáculo que se avecinaba.

—¿Dónde está Zayn? —cuestionó Harry, mirando a su alrededor.

Aunque no le caía muy bien el alfa pelinegro, Harry sabía muy bien lo importante que Zayn era para Louis, y no verlo allí desayunando era algo extraño, especialmente después de la escena del día anterior.

—Él se fue —murmuró Louis, con un dejo de tristeza en sus ojos.

—¿Eh? —Harry frunció el ceño, claramente sorprendido.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora