LIX

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Harry ya se estaba preparando para el show, dejando a Louis solo en su habitación.

Suspirando, Louis notó una pequeña cajita de color negro sobre la mesa de luz. Extendió su brazo para tomarla con curiosidad. Al abrirla, descubrió en su interior una pequeña fotografía. En la imagen, se veía a un Harry adolescente, sonriente, y a un Louis apenas un niño, observándolo con ojos grandes y llenos de admiración. Con un nudo en la garganta, Louis volteó la foto y descubrió un pequeño mensaje escrito a mano:

"Mi madre encontró esta foto... Tal vez deberías quedártela. No entiendo por qué nunca te recordé. Eras un niño hermoso."

Louis dejó la foto a un lado, su corazón latiendo con fuerza, y miró dentro de la cajita una vez más. Allí, descansaba una delicada cadena de plata con un dije en forma de estrella. La tomó entre sus dedos, sintiendo el frío del metal mientras su mente intentaba asimilar lo que esto significaba.

La estrella era sencilla, pero para Louis, representaba un vínculo profundo, un recordatorio de algo perdido en el tiempo. La atención de Harry al regalarle algo tan personal lo dejó desconcertado, y una pequeña chispa de esperanza se encendió en su pecho.

Con cuidado, volvió a colocar la cadena y la foto dentro de la cajita, cerrándola suavemente. Aunque su corazón seguía doliendo y las preguntas se acumulaban en su mente, no podía evitar sentir un poco de consuelo al saber que Harry estaba haciendo un esfuerzo por acercarse a él, tratando de reparar lo que se había roto entre ellos.

Louis se recostó de nuevo en la cama, abrazando la cajita cerca de su pecho, mientras sus pensamientos vagaban y el peso de la soledad se aligeraba un poco.

Con un suspiro, Louis decidió levantarse de la cama y vestirse para bajar al lobby. Sentía que necesitaba salir del encierro de la habitación y quizás hablar con Zayn.

Se puso una camiseta cómoda y unos jeans, asegurándose de que su aspecto fuera casual pero adecuado para un encuentro en el lobby. Antes de salir, echó un último vistazo a la cajita negra sobre la mesa de luz y, aunque no estaba seguro de lo que encontraría al bajar, se sintió un poco más decidido.

Louis caminó por el pasillo, sintiendo una mezcla de nervios y determinación. Al llegar al lobby, buscó a Zayn entre los huéspedes y el personal del hotel. Finalmente, lo encontró en un rincón, tomando un café y revisando unos papeles.

Se acercó con una sonrisa nerviosa, intentando aparentar calma a pesar de la tumultuosa maraña de emociones que sentía por dentro.

—¿Me puedo sentar? —cuestiona en un susurro.

Zayn levanta la mirada y asiente ligeramente, dejando que Louis se siente a su lado. Observa cómo Louis lleva sus rodillas al pecho, un gesto que refleja tanto su fragilidad física como su necesidad de sentirse protegido.

Todavía estaba algo débil, y la falta de la sangre de Harry circulando por su cuerpo o de su aroma reconfortante le causaba una sensación de pesadez. Sentía que le faltaba una parte vital de sí mismo, como si el simple hecho de estar lejos de Harry drenara su energía.

—No debí sacarte de la habitación —murmura Louis, su voz cargada de culpa.

—Está bien, Lou —responde Zayn, intentando ofrecerle un poco de tranquilidad. Entiende el peso de la situación y el conflicto interno de Louis Pero verlo así, tan vulnerable, hace que Zayn cuestione si realmente tomó la mejor decisión al permitir que Louis saliera de su refugio seguro.

El silencio entre ellos se alarga, lleno de palabras no dichas y sentimientos contradictorios. Zayn quiere decir más, ofrecer alguna forma de consuelo, pero las palabras se le escapan. Louis simplemente se recuesta un poco más en el asiento, apoyando la cabeza en el respaldo, intentando encontrar un poco de calma en medio de todo.

Erotic MelancholiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora