Decir que Harry estaba nervioso era quedarse corto. Sabía que volver a la música era lo que quería, pero las dudas lo invadían. Pasó sus manos por la cintura de Louis, buscando algo de tranquilidad en el contacto con su omega.
-¿Dices que es lo correcto? -preguntó por enésima vez, sus manos temblorosas, mientras sus ojos se posaban en el pequeño Oliver.
Louis, con su paciencia infinita, lo miró con una sonrisa reconfortante. -Sí, alfa. -murmuró por quinta vez en solo unos minutos, su tono firme, pero cariñoso.
-Oli es muy pequeño... yo-yo no quiero que le pase nada, no quiero que sufra por esto -Harry dejó salir las palabras con dificultad, las inseguridades arremolinándose en su mente.
Louis le tomó el rostro con ambas manos, obligándolo a mirarlo a los ojos. -No le va a pasar nada, Harry. No lo vas a descuidar, ni lo vas a dañar. Tú pones los límites. Esta vez es diferente. -Louis sabía lo que esto significaba para Harry, pero también sabía que Harry era un alfa comprometido con su familia. Tendría el control de la situación.
Harry exhaló un suspiro profundo, cerrando los ojos por un segundo. Volver a la música lo emocionaba, pero también le aterraba. Sin embargo, con Louis a su lado, las cosas se sentían más llevaderas.
-Está bien. -Finalmente, Harry sonrió, más calmado. Estaba listo para dar ese paso.
-¿Quieres un beso antes de entrar? -preguntó Louis, mirando la puerta de la sala de juntas y luego a Harry, con una sonrisa traviesa pero reconfortante.
Harry soltó una risa nerviosa, sus dedos jugueteando con los de Louis. -Siempre quiero un beso tuyo -murmuró, inclinándose hacia su omega.
Louis lo atrajo hacia sí, uniendo sus labios en un beso suave y lento, como si quisiera transmitir toda la calma y seguridad que Harry necesitaba en ese instante. Cuando se separaron, sus ojos se encontraron, y Louis le dio un ligero apretón en la mano.
-Vas a estar bien, Harry. Es solo un paso más hacia lo que siempre has querido.
Harry asintió, sintiendo cómo las dudas que lo habían atormentado comenzaban a desvanecerse. -Gracias por estar aquí -dijo en un susurro, tomando una última respiración antes de mirar hacia la puerta.
-Siempre estoy contigo, alfa -respondió Louis con una pequeña sonrisa.
Harry miró la puerta de la sala de juntas, sintiendo el apoyo de su familia detrás de él. Dio un paso adelante, listo para entrar y retomar su carrera, pero esta vez, bajo sus propios términos.
El rizado tocó la puerta antes de entrar, su mano sudorosa por los nervios. Al abrirse, dio un paso hacia adentro y, con una sonrisa vacilante, dijo:
-Hola, buenas... soy Harry Styles.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, una ola de pensamientos inseguros lo golpeó. Claro, idiota, nadie sabe quién eres. ¡Por supuesto que saben quién eres! Van a firmar un contrato contigo, se reprendió internamente.
Los ejecutivos en la sala sonrieron cortésmente, y uno de ellos, Liam, se levantó para saludarlo.
-Harry, qué gusto verte. Gracias por venir. Por favor, siéntate. -La calidez en su voz ayudó a calmar un poco la ansiedad de Harry.
Respiró profundamente y se acercó a la mesa, echando una mirada rápida a Louis, quien le devolvió una sonrisa alentadora desde el umbral de la puerta. Con una leve inclinación de cabeza, Harry se acomodó en la silla, listo para el siguiente paso.
-Bien, Harry. Vamos a repasar los términos del contrato para que estés completamente cómodo con todo. Primero, hemos acordado que vas a trabajar en tres álbumes bajo este contrato. El primer álbum tendrá una ventana de lanzamiento de seis meses, lo que te permitirá volver a la música sin presión excesiva.
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Erotic Melancholia
RomanceHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...