Louis, aún acurrucado junto a Harry bajo las sábanas, intentó despertarlo con un tono suave. —Harry.
Harry murmuró en respuesta, sin abrir los ojos. —Mhm.
Louis le indicó con una sonrisa cansada pero decidida. —Tu alarma está sonando. Es hora de levantarse.
Harry se giró lentamente hacia él, sus ojos entreabiertos y llenos de sueño. —Apágala, déjame dormir un poco más.
Louis acarició la mejilla de Harry con ternura. —Sabes que debes ir a trabajar. El ensayo es importante.
Harry suspiró, su voz aún somnolienta. —El ensayo puede esperar un poco más. ¿No podemos tener unos minutos más para nosotros?
Louis lo miró con cariño y se inclinó para darle un suave beso en los labios. —Te dejaría quedarte aquí todo el día, pero sé que lo necesitas. Vamos, levántate y haz lo que tienes que hacer. Estaré aquí esperándote cuando vuelvas.
Harry sonrió, su mirada llena de gratitud y cariño. —Está bien, lo haré. Solo... unos minutos más, ¿sí?
Louis se rió suavemente, levantándose con él. —Está bien, pero solo unos minutos. Luego, vamos a asegurarnos de que llegues a tiempo.
—No veo las horas para que te recuperes al cien y puedas venir conmigo a todas partes. No sabes lo que te extraño durante el día—dijo Harry, dirigiéndose al baño para lavarse los dientes.
Louis lo siguió, tomando su cepillo de dientes también. —Sabes... lo estuve pensando y... ¿te importaría si te acompaño al ensayo? Quiero estar cerca de ti, y además, quiero volver a tomarte fotos...
Harry, que ya estaba concentrado en lavarse los dientes, se giró hacia él con una expresión de sorpresa. —Me encantaría que vinieras, pero va a haber mucha gente y muchos aromas. No quiero que eso altere a tu lobito. Es mejor que te quedes aquí o en otro lugar tranquilo.
Louis sonrió con una mezcla de nostalgia y determinación en sus ojos. —Ya me encuentro mejor, necesito aire, salir y tomar fotos...
—¿Tomarás fotos con tu celular?—preguntó Harry con el cepillo aún en su boca, el sonido de las palabras un poco distorsionado por la pasta dental.
Louis dejó escapar una risa ligera. —Llevo cámaras a donde quiera que vaya, y te prometo que solo tomaré fotos de ti cuando estés en tu mejor forma...
Harry escupió la pasta y enjuagó su boca rápidamente, volviéndose hacia Louis con una expresión preocupada. —Lou, aunque me encanta la idea, no puedo dejar que te pase algo allí... Es mejor que te quedes aquí en el hotel, junto a Zayn.
—Harry...—Louis intentó protestar, pero Harry levantó una mano, deteniéndolo suavemente.
—Lou, el médico dijo que aunque te sientas mejor, necesitas recuperarte al cien por cien—le recordó Harry, su voz un poco más firme pero aún llena de preocupación.
Louis lo miró a los ojos, su expresión suavizándose. —También dijo que debo estar a tu lado... No puedo quedarme aquí solo, Harry. Necesito estar contigo, ver cómo trabajas, sentirme útil. Además, estar contigo me ayudará a recuperarme más rápido, lo sabes.
Harry suspiró, sabiendo que no podría ganar esa batalla. —Está bien, Lou. Si es tan importante para ti, puedes venir. Pero por favor, si en algún momento te sientes abrumado, me lo dices y regresamos al hotel de inmediato. ¿De acuerdo?
Louis asintió, acercándose para darle un suave beso en los labios. —De acuerdo, Harry. Gracias por cuidarme... y por entender.
Harry sonrió, relajándose un poco. —No podría hacer otra cosa.

ESTÁS LEYENDO
Erotic Melancholia
RomanceHarry Styles se había convertido en la estrella pop del momento, con una voz angelical y una apariencia divina. Louis Tomlinson, un fotógrafo talentoso, recibió la oportunidad de su vida: ser el fotógrafo oficial de la nueva gira de Harry. Para Loui...